Reseña Dororo – Capítulo 1

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Ene
09
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lightbulb_outline La siguiente reseña Dororo – Capítulo 1 contiene spoiler, si ya viste el capítulo por
favor sigue leyendo, sino puedes verlo en cualquiera de las plataformas. Aviso,
esta serie es algo gráfica, atractiva, curiosa y muy entretenida, te encantará
seguir esta historia y recuperar las extremidades vendidas.

DORORO

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reseña Dororo - Capítulo 1

CAPÍTULO
1 “LA HISTORIA DE DAIGO”

Un hombre puede tener un gran deseo y este puede ser el más egoísta e todos, tanto como para arrebatar vida. Una petición poco sabia será cumplida, el cobro será muy alto, los años hacen parte del juicio, la experiencia, el saber y de formar el carácter. Las pequeñas cosas embotellan variedad de sentimientos y habilidades, se espera más de aquellos que expresan menos, los hogares son misteriosos y el futuro tras un trueno se vuelve incierto.

OPINIÓN
CAPÍTULO 1

Iniciare esta opinión de una forma algo diferente, pues quisiera darles un resumen de lo que fue y es Dororo… y porque, bueno porque es tan rara (Digo yo no más). Dororo es un manga escrito y dibujado por el Mangaka Osamu Tezuka, el cual fue publicado por primera vez en la Shūkan Shōnen Sunday el 27 de agosto de 1967 (pero fue cancelado), fue uno de los mangas acerca de Yokais más preferidos por los niños en la época de los 60s, lanzando así una serie animada con 26 capítulos en1969 (pero fue cancelada… o bueno, no continuo). Se desarrolló un videojuego, pero este no tuvo gran aceptación, y bueno… así sigue la historia, lo que nos lleva a lo que ahora es esta serie, un gusto que se disfruta en lo oculto y se acepta como un culto.

Lo cierto es que para aquella época de los 60s esta obra sería considerada algo oscura y muy dramática para ser vista y leída por pequeños (ahora es un gusto adquirido en los genes) y más cuando hablamos de las obras de un autor que se ha centrado en ofrecer literatura visual a los más chicos como el popular Astroboy (Kobunsha, 1952) y otro estilo para los más grandes como Black Jack (Akhita Shoten, 1973), pero sin duda, Dororo queda flotando en medio de estas y bañada de una aterradora tiniebla histórica, como lo es el folclore Japonés. Aun así y a pesar de un pasado tempestuoso, esta es una obra que ha sido abalada por sus otras adaptaciones, como la película de acción real (Dororo, 2007) dirigida por Akihiko Shiota y ganadora del Premio Orient Express-Casa Asia a la Mejor Película Asiática en el Festival de Sitges 2007. Sin más que decir, daré comienzo a la opinión del primer capítulo, que auguro será una serie que promete y hará historia.

EL ABANDONO A BUDA

El primer capítulo nos sitúa en la muy famosa e intrigante Era Sengoku, una época llena de guerra, tensión social, creencias oscuras y practicas llenas de actos crueles y sádicos, donde el camino de un hombre estaba definido por su acción en batalla y el honor brindado a su tierra. Tanto así, que el deseo de ser el más fuerte y victorioso de los feudales, lleva a cualquier hombre, a realizar acciones que no rinden cuenta a las consecuencias del futuro y eso es lo que vemos en Daigo Kagemitsu (el padre de las decisiones radicales). Después de asesinar al sacerdote que tanto le advirtió del mal y las consecuencias que traería abandonar a buda y su camino de luz y paz, Daigo se planta ante el altar del infierno y se dirige con fuerza y seguridad a los 12 demonios que en aquel lugar habitan, para llamar su atención y centrarla en las desgracias que cubren a Ishikawa, provincia de Kaga. Mostrando entonces su desesperación por obtener la fortaleza y fama que le daría el poder de liderar su país y salvar su tierra, a cambio de que los 12 demonios obtuvieran cualquier cosa que le perteneciera a Daigo, cualquier cosa. Y es así como aquel Señor de Ishikawa, vasallo del gobernador, lo entrega todo al mal, abandonando a Buda y los dioses por el poder y la fuerza.

EL COBRO DE UNA PETICIÓN

Aquí regresamos a lo que es el nacimiento de una deuda saldada, el parto de una criatura abandonada por toda piedad y tomada por los demonios como bufet en oferta. Una criatura que vive, respira y es incomprendida a la vista, un pequeño ser que ha nacido sin extremidad alguna, sin ojos, nariz y sin piel… (Quizás le haga falta algo más, pero eso lo sabremos con el tiempo). Peo en medio de ese nacimiento algo ocurrió, un rayo cayó en medio de la sala de parto y su fuerza la absorbió una pequeña estatua de la diosa de la misericordia Kwan Yin, quien perdió la cabeza en tal sacrificio (también es conocida como diosa de la fecundidad y protectora de las mujeres y niños). El abandono para tal criatura sin forma, debería ser algo usual para aquella época, pero la mujer que ayudo a traer al mundo a ese pequeño ser sin gracia, decidió que aun con su apariencia, este tenía el derecho a vivir, pues su deseo era ese. Aunque aquella mujer no vivió para observar el resto de esta historia, gracias al Yokai de lo que parece ser un antiguo Samurái que pudo darse un festín con ella  cual hot dog regalado. Pero como en toda historia está el anciano sabio, luchador, experto con la espada y de habilidades sobrehumanas, nos han traído a un Maestro Roshi más clásico, ciego y con una Biwa por arma (Por cierto, en el manga fueron 48 demonio, por ende 48 partes del cuerpo restantes).

LA PRÓTESIS QUE DIO VIDA

Tal vez la vista de aquel anciano no sea la común o la deseada, pero está llena de poder y sabiduría, pues se percata de la existencia de los demás por medio de una luz parecía a una llama, es así como nota que aquel bebe en esa vieja barca, es un ser que no hace parte del grupo de los humanos, ni de los demonios… es toda una maldición. En medio de aquel lugar a las afueras de Kaga, la prosperidad se alzaba, mientras aquel bebe se alejaba solo y rechazado, guiado únicamente por las corrientes del río. 16 años después y en medio de los escombros de terribles guerras, un médico solitario y acomedido con los muertos, les ofrece prótesis para que sus familiares puedan llorar con decencia a sus muertos, ese generoso medico es Jukai. Continuando con la aparición de personajes importantes, camina entre las calles secas y con prótesis viejas Hyakkimaru, para aparecer más delante de ellas, un pequeño y descarado niño ladronzuelo, que se encuentra vendiendo mercancía robada, ese pequeño se atribuye el nombre de esta serie, llamada Dororo.

PRIMERA PARTE RECUPERADA

La bondad viene de quien menos los esperas y así como Hyakkimaru salvo a un pequeño niño, Dororo después de sus travesuras de manos sucias, salvo a un pequeño perro de ser partido en os por un comerciante, pero pago por ese acto de bondad con una paliza desigual y desproporcional. Como espanto de puente (Literalmente), aparece ante lo que era el juicio final de Dororo, el joven Hyakkimaru, pero aunque creímos que iba tras el rescate del ladronzuelo, su mirada estaba fija en algo más allá de él, un Yokai, que al parecer tras asesinar a aquel demonio baboso y sin forma, este logro recuperar parte de su piel donde más lo necesitaba, su rostro. Con aquel rescate y aquel asesinato, una nueva tormenta se avecina anunciándole a Daigo un mal augurio y un fin a aquel trato que sello hace 16 años. Nos ha quedado claro que con cada rescate de un miembro del cuerpo de Hyakkimaru, es un desastre para Kaga y que su remplazo como hijo no dio espera, pues su hermano Tahomaru está vivo y vive en el seno de lo que pudo haber sido su hogar. Las piezas serán recolectadas una por una y Dororo será la compañía de aquel ser que poco a poco recuperara parte de su humanidad arrebatada antes de nacer, antes de ser.  

Quiero decirles que esta serie más que prometedora, será una nueva manera de conocer un poco más acerca de la cultura que amamos, la japonesa y que traerá con ella tanta historia que aquí podremos debatir y compartir entre sí. Acerca del Opening y el Ending, quiero decirles que me ha gustado, cae muy bien con las imágenes y lo que la serie nos quiere transmitir. Acerca de la animación, está muy bien hecha, resaltan cada momento y la opacidad de los gráficos juega con la historia a contar, cabe decir que la animación es mucho más faccionada a lo que conocemos de Osamu Tezuka, pero se nos es familiar y nostálgica. Esperemos que los demás capítulos sean cada vez mejor y podamos tener un buen inicio de temporada con esta serie como inauguración de año. Espero les haya gustado esta reseña, sin más nos vemos en el próximo capítulo de Dororo.

Posdata: no soy tan seria al escribir reseñas, pero ya saben que la temática cambia, aquí los Yokai dan repelús y en Fukigen na Mononokean Tsuzuki son tan tiernos como un Hámster, así que la escritura será diferente entre estas dos, pero mantendré el mismo toque que me hacer reír y buscar el sarcasmo en cada escena.

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Fuente: Somos Kudasai

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