Reseña | Dororo – Capítulo 10

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lightbulb_outline La siguiente reseña Dororo – Capítulo 10 contiene spoiler, si ya viste el capítulo por
favor sigue leyendo, sino puedes verlo en cualquiera de las plataformas. Aviso,
esta serie es algo gráfica, atractiva, curiosa y muy entretenida, te encantará
seguir esta historia y recuperar las extremidades vendidas.

DORORO

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reseña Dororo - Capítulo 10

CAPÍTULO 10 “LA HISTORIA DE TAHOMARU”

La historia de alguien que va tras la vedad, un futuro enemigo bañado en rencor, un joven que lucha por ser admirado y respetado por sus padres. La verdad que se encuentra cada vez más cerca y quizás sea dura de asimilar. Los peligros ocultos bajo aguas tranquilas, siempre serán los más devastadores. Todo indica que la palabra escogida para esta reseña, estará presente en todo lo que resta de esta serie… un gran umbral donde se asoma el, Peligro.

OPINIÓN CAPÍTULO 10

El peligro siempre ha sido un mal que acecha a corta y larga distancia, es una fuerza sigilosa y misteriosa que le respira en la nuca a todo ser vivo que habita esta tierra. Algunos peligros aparecen con previo aviso, pero en su mayoría son sorpresivos y letales ¿Podemos escapar de ellos? En algunos casos de suerte sí, pero en los más comunes siempre te tomaran y devoraran, ya sea tus fuerzas, tu vida o hasta tu espíritu, pero siempre serás acechado constantemente por aquello que te acabara y obtiene miles de formas para atacar… el peligro.

Algunos peligros aparecen de manera natural, como la falta de lluvia, grandes sequías, desastres naturales y demás ataques que calificamos como represarías de la madre naturaleza. Otros peligros y los más comunes, son aquellos que toman forma humana, que aparentan ser otro ser vivo con conciencia y respeto por la vida, pero dentro de ese caparazón hueco y vacío, solo existe un cumulo de maldad que es expresado de infinitas formas que terminan siendo un peligro, un ejemplo muy simple, Daigo el asesino.

La curiosidad también puede ser un modelo de peligro, pues ceder ante esta, puede traer algún tipo de desgracia y más si aquello que nos llama la atención, insiste en permanecer oculta. Pero Tahomaru ha vivido con una constante interrogante, que ha cavado un enorme hueco entre él y sus padres, y ahora que puede estar más cerca de aquello que ha llamado su atención por tantos años, no se detendrá hasta obtener la verdad y enfrentarla con sus propios ojos. Esta misma advertencia va dirigida hacia Daigo, quien en busca de respuestas por la pérdida de aquello que ha beneficiado su vida, gracias al cruel trato con los demonios, ha obtenido una respuesta que sin más, es un peligro inminente para él y su sádico plan. Pues aquel hijo que dio como carne a las fieras hambrientas, se encuentra con vida luchando contra aquellos que han devorado cada una de sus partes y que gracias al acabar con ellos, ha recuperado y pretende seguir recuperando.

Quienes viven en constante peligro y se enfrentan a ello con valentía, son dignos de admirar y más si sus acciones son para beneficiar a muchos más y no solo a sí mismos. Nosotros conocemos muy bien a un par, Hyakkimaru y Dororo, que juntos cruzan aldeas enfrentándose a todo tipo Ayakashi que acaba con vidas inocentes, que se enfrentan a los peligros aun cuando no buscan de ellos y que nunca se acobardan antes las difíciles situaciones… solo esperamos que pronto tenga una merecida recompensa y su mal estado y precario vivir, tenga fin, pues ellos son merecedores de comodidad y tranquilidad, esa que sus allegados les han arrebatado.

Otros peligros son aquellos que se enfrentan solo por curiosidad, evadiendo todos los protocolos, esquivando el respeto y abusando de la autoridad, como Tahomaru, quien ha llega a un límite donde no hay retorno, pues su curiosidad le ha dado respuestas y él no está conforme con ellas, quiere saber más y Daigo teme que se conozca la horrible verdad. La verdad de un bebe que sufrió la codicia de su padre, el abandono y arrebato de los brazos de su madre por parte de este y el olvido que intenta día con día mantener… pero la verdad brota y busca la luz, por más oscuro y pesado que sea el pecado.

La valentía está bien para quienes saben manejarla, para quienes controlan aquella fiera que lucha por el bien de sí mismos y el de los demás, pero si se intenta ser valiente por solo llamar la atención y demostrarle a los demás, de que podemos ser capaces… ¿Qué puede ocurrir? Lo que es más obvio, un final desagradable, quizás una gran pérdida, pero para sorpresa de todos, Tahomaru enfrento sin dudar a aquel monstruo que acecha a esa pequeña aldea que está bajo los dominós de su padre, un enorme y desagradable cangrejo gigante, que con sus pinzas y enorme boca, ha arrebatado la vida de varios aldeanos. Pero aunque su estrategia fue certera, sus fueras no son compatibles con aquel Ayakashi que solo ha salido lesionado de aquel ataque, pues su fuerza es mayor y su ira ha crecido bajo este ataque… el problema parece no tener un buen fin o quizás, Tahomaru logre terminar con aquella bestia.

Los mejores planes son aquellos que se ejecutan bajo una gran meditación, los que se analizan desde todos los ángulos y se encuentra el inicio y fin al ser ejecutados… Tahomaru junto con sus dos fieles seguidores, ha encontrado la posible manea de derrotar a aquel monstruo que acongoja la tranquilidad de los aldeanos, inspirándose en las supuestas buenas acciones de su padre… sin saber la horrible realidad que hay tras aquel cruel hombre. El plan se ha puesto en marcha, se ha ejecutado su inicio con el apoyo de todos los aldeanos y servidores de la mansión de Daigo, ahora inicia la labor del anzuelo, quien quizás sacrificara su vida para atraer y encerrar a la enorme presa, en su enorme pecera.

Un excelente y bien pensado plan, encerrada la bestia en el lago improvisado por los aldeanos, se ha drenado el agua de esta hacia el otro lago, para exponer ante los ojos de todos, la horrible bestia que yacía en las profundidades de aquel paraje… un enorme y mutilado Ayakashi. En medio de la batalla de acabar con aquella enorme bestia, Tahomaru y los otros perdieron de vista el plan del Ayakashi de derribar la barrera y llenar el hoyo de su elemento, el agua. Justo en medio de aquello que parecía imposible de ser resuelto y acabar todos bajo las fauces del monstruo, aparece Hyakkimaru por encima de todos y de una sola tajada, abre al Bakemonogani en dos, dejando a sus espectadores sorprendidos y en especial a Tahomaru… ¿Qué vendrá ahora? ¿La verdad se descubrirá? ¿Existirá rencor de un hermano a otro? ¿Sera el fin de Daigo? ¿Llegara la tranquilidad de una madre? ¿En Ayakashi sabrá bien asado y con mantequilla? Espero les haya gustado esta reseña, aquí les dejo el link del capítulo anterior y sin más nos vemos en la próximo historia de Dororo.

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Fuente: Somos Kudasai

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