Reseña | Fruits Basket 2 – Capítulo 3

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Abr
22
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lightbulb_outline ¡Advertencia! Esta reseña sobre Fruits Basket 2 capítulo tres contiene spoilers. Si aún no has visto el episodio, te recomiendo que vayas a checarlo y después regreses a leer la reseña.

Fruits Basket 2 capítulo tres
©高屋奈月・白泉社/フルーツバスケット製作委員会

“¿Deberíamos ir a que te cambies… ❤?”

Fruits Basket 2 capítulo tres inicia con una nota triste tras Yuki despertar de un mal sueño, pero el humor es fácilmente cambiado con la llegada de Ayame a casa de Shigure, entre las ocasionales bromas, Ayame invita a Yuki a visitar su tienda, e inesperadamente este acepta la invitación. El fin de semana pactado llega y Yuki, junto con Tooru llegan al local de Ayame, ahí conocen a Mine, una empleada muy especial de la tienda. Con el fin de dejarlos hablar a solas, Mine se lleva a Tooru para vestirla, esta oportunidad sirve para que Ayame pueda mostrar algunos de sus lados vulnerables y puedan estrechar lazos él y Yuki. La visita a la tienda fue desconcertante pero agradable, además que enmarcara el día del despertar del romance de un hombre en el corazón de Yuki.

Lo opuesto al amor no
es el odio, es la indiferencia

Esta semana estamos ante un episodio lleno de amor fraternal con su justa medida de dolor, nuevamente debemos regresar al pasado para comprender el peso de las emociones que se retratan en nuestros personajes, en esta ocasión Yuki es el eje de nuestra reflexión. Como recordaran, Yuki creció apartado de su familia, si bien no estaba del todo claro las circunstancias, creo que este episodio sirvió para retratar las razones detrás de su situación.

Anteriormente les recordé que cada familia recibe compensación monetaria por criar a los zodiacos, y el caso de Yuki no es diferente, su familia también recibió este mismo trato, con la diferencia de que a ellos se les dio un extra por Yuki, una existencia especial aun dentro del zodiaco, después hablaremos más de esto. El caso aquí es que Yuki fue “vendido” por sus padres a la mansión principal de los Souma, y nadie lo ayudo, ni siquiera su hermano.

Cuando Ayame reflexiona en esta situación cae en cuenta que su actitud hacia Yuki en ese entonces fue completamente indiferente, no lo amaba y tampoco lo odiaba, él solo deseaba vivir a su manera. Pero esa indiferencia ahora es lo que le asusta, aún más que temerle al odio de Yuki, le aterra ser indiferente para su hermanito, quizás es por ello que tiende a tomarle el pelo, siente la necesidad de generar respuestas en él, aun si son de enojo y molestia.

Desea que Yuki lo reconozca, que lo vea; tal vez pelear no es lo más sano, pero al menos es una señal de reconocimiento del otro, pelean porque son conscientes de la existencia el uno del otro, como Yuki y Kyou que pese a cantar que se odian cada que tienen oportunidad, lo cierto es que ambos tienen un reconocimiento mal encaminado por el otro. Ayame no desea molestar a Yuki, solo quiere evitar la indiferencia.

Inmadurez y reflexión

Sobre la línea anterior, es justo decir que Aaya es un personaje con un crecimiento emocional bien estructurado, nadie nace siendo maduro y perfecto, al igual que Yuki, Ayame nació con la maldición del zodiaco pero, a diferencia de otros, su personalidad extravagante lo llevo a no victimizarse por este hecho, ojo, esto no quiere decir que no sufra por su constitución.

Para Ayame el hecho de ser uno más del zodiaco lo llevo a explotar su vida encaminada a la autosatisfacción, además de Hatori y Shigure no dejo que nadie creciera en su corazón, ni siquiera su propio hermano. Pero todo esto fue un mecanismo de defensa pensado por la propia inmadurez de quien la lleva a cabo, Ayame no deseaba encadenarse a nada, anhelaba la libertad que se podía permitir en los límites de su condición, ocuparse de su hermano no era algo que podría permitirse si deseaba continuar siendo libre.

La indiferencia de Ayame solo es una consecuencia de su
propia inmadurez, es doloroso pero también muy comprensible, como adolescentes difícilmente
renunciarían a sus privilegios y libertades para ocuparse de otros. Hace falta
madurez y crecimiento emocional para reconocer nuestras fallas, para Ayame ese
crecimiento llego con Mine. Ella reconforto su alma y creció en su corazón,
haciendo que Ayame pudiera reconocer en sí mismo las fallas que tuvo al ser
indiferente al resto. Cuando encuentras a alguien especial, es inevitable el
sentimiento de miedo a la pérdida, un miedo que nos hace reflexionar sobre
nosotros mismos y lo que le podemos ofrecer a esta persona. Seguramente estas
reflexiones llevaron a Ayame a comprender el daño que su indiferencia pudo
hacer en otros, en su hermano en especial. Quizás sea egoísta que busque
arreglar su relación ahora, pero nunca es tarde para cambiar, sobre todo cuando
el cambio es de buena fe.

Las diferencias que nos
unen

Una de las cosas que contribuyen enormemente para que Yuki y
Ayame puedan empezar a estrechar su relación es la capacidad de reconocer sus
diferencias. No es necesario que piensen igual para poder entenderse, suena
confuso pero de hecho es bastante sencillo. Las ideas opuestas pueden generar
conflictos, sin embargo cuando sabemos escuchar y aceptar estas diferencias es
cuando realmente avanzamos en la comprensión del otro, no es necesario hacer
que piensen como nosotros para entendernos mutuamente, lo que se necesita es
ser capaces de aceptar estas diferencias. Ayame demuestra gran madurez al
admitir que es diferente a Yuki pero por esa razón lo admira y desea conocerle
mejor, lo aligera con sus típicas bromas, pero el mensaje es claro: “Tu posees aquello de lo que carezco y yo
aquello de lo que tu careces”
, y no es la primera vez que demuestra esta comprensión
hacia otros, no olviden que Ayame admira a Hatori por las cualidades que posee
y Ayame no.

Lo que necesitamos para
vivir

Antes de concluir me gustaría regresar un poco al tema del capítulo anterior, la elección del futuro. Ya el episodio anterior nos dejó entre ver el miedo y la ansiedad que el futuro despierta en todos, especialmente en los zodiacos quienes ni siquiera son capaces de saber si podrán integrarse a la sociedad. Estos miedos e inseguridades no están reservados para los más jóvenes, incluso los adultos tuvieron y tienen estas preocupaciones, sin embargo cada uno lo encamino a su manera. Por un lado tenemos a Hatori, él se volvió medico pero no uno regular, ya que el solo atiende a la familia Souma, Shigure y Ayame se encaminaron hacia la cultivación de sus talentos, ambos siguen la misma premisa, ellos crean. Aunque no podemos saber si fueron motivados por lo mismo, al menos podemos estar seguros que Ayame siguió ese camino porque necesitaba una certeza: quería ser necesitado.

Quizás es por la restricciones bajo las que viven, quizás solo
es por los complejos que desarrollan, pero los zodiacos parecen compartir este
sentimiento de no pertenencia, como si no les estuviera permitido vivir en el
mismo mundo que al resto de las personas. Posiblemente a raíz de estos
sentimientos, ha crecido en ellos una fascinación por el sentirse necesitados,
casi como si anhelaran que algo o alguien dependa de ellos. No, no es que se
vuelvan yanderes con relaciones más toxicas que Chernóbil, más bien tienden a
encaminar esta clase de sentimientos hacia sus oficios, ellos crean. Porque al
crear algo da una sensación de plenitud, te vuelves consiente de que aquello
solo existe porque tu existes, esa es la clase de sentimiento de necesidad que
buscan. No dejen que esto caiga en saco roto, porque este sentimiento de
añoranza por ser necesitado, es algo de gran peso para la construcción de
futuras relaciones.

Fruits Basket 2 capítulo tres
©高屋奈月・白泉社/フルーツバスケット製作委員会

Comentario final

Fruits Basket 2 capítulo tres ha sido un episodio
maravilloso, incita mucho a la autorreflexión y nos deja con un buen sabor de
boca por el buen desarrollo que se está generando en la relación de Ayame y
Yuki. No cabe duda que este ha sido un hermoso paseo emocional, como antes dije
este episodio si fue incluido en la versión de 2001 así que oficialmente ya no
queda nada de aquella versión por ver en esta. En ese sentido les diré que por
mucho prefiero esta versión, en primer lugar por el rediseño de Mine, antes la veía
bastante fea; en segundo lugar, me gusto el cambio en el color del vestido de
Tooru, el amarillo de 2001 era horrendo, este blanco le sienta mucho más; en
tercer lugar, quizás es por el cambio de ambiente, este episodio originalmente
se da después de revelar la verdadera forma de Kyou y no antes como en la versión
2001, creo que el peso emocional es mayor que en aquel entonces. Hay más
razones pero dejémoslo así.

No me puedo ir sin antes decir que lamento que Kyou no
saliera tanto, inevitable por la situación en que se desarrolla pero enserio
amo mucho a ese gato tsundere. Al menos lo vimos por un momento cuando es
rechazado por Ayame para ir a su tienda, es una escena genial, Kyou ni siquiera
tenía idea de que hablaba, es justo decir que Ayame es simplemente incorregible
y amo como lo llama Kyonkichi. Otro que también tuvo su breve aparición para
los reportes de eventos de Ayame fue Hatori, que lindo es al no colgarle
directamente el teléfono y dejarlo decir todas sus bobadas.

Fruits Basket 2 capítulo tres
©高屋奈月・白泉社/フルーツバスケット製作委員会

En fin, estas han sido mis impresiones de este capítulo, díganme: ¿Qué les ha parecido este episodio? ¿Creen que solo con la madurez llega la autorreflexión o hay otras cosas que la desencadenan? ¿Cuál es su opinión sobre Mine? A juzgar por el título del siguiente capítulo veremos el regreso del inigualable Black Haru, se viene una genial escena de Kyou también.

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Fuente: Somos Kudasai

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