lightbulb_outline ¡Advertencia! Esta reseña sobre Fruits
Basket capítulo veintitrés contiene spoilers.
Si aún no has visto el episodio, te recomiendo que vayas a checarlo y después
regreses a leer la reseña.
“Te ves
bien”
Esta semana en Fruits Basket capítulo veintitrés vemos a Tooru muy deprimida por reprobar un examen, sus preocupaciones solo incrementan cuando un repentino resfriado se apodera de su cuerpo, el peso de las circunstancias la hacen sentir triste e inútil, sin embargo Kyou la escucha y le levanta el ánimo con sus palabras. La recuperación del resfrió de Tooru fue un éxito, pero ahora es Kyou quien no se encuentra bien, tal parece el clima lluvioso no le sienta, sumado a ello Kagura llega de visita llevando la paciencia de Kyou a su límite. Aunque esta no es la única visita que recibieron, el maestro de Kyou finalmente ha hecho su aparición.
Todos tenemos días malos
Este episodio
nos deja ver nuevamente a una Tooru frágil, ella ha demostrado ser el apoyo de
los zodiacos pero ella misma carga con sus propios problemas. Recordemos que
antes ella menciono que tiene una última promesa que cumplirle a su madre, y
esa promesa no es otra que el graduarse del instituto, esta es la razón de su
creciente malestar. Para muchas personas el reprobar no es algo tan grave, y técnicamente
no lo es por lo menos no es el fin del mundo, sin embargo debemos tener en
cuenta los esfuerzos detrás de ello. No olvidemos que Tooru trata de ser lo más
independiente que le sea posible, eso incluye cubrir gastos personales y de matrícula,
evidentemente esto cuesta dinero y esfuerzo; además está el esfuerzo de Yuki
por ayudarle a repasar sus materias, aunque él lo hace de buena fe y no le pide
nada a cambio, Tooru sabe que lo correcto es corresponder a esa ayuda no
fallando en los exámenes.
En realidad
ella no se siente bien debido a las expectativas que cree que está traicionando
al no ser capaz de aprobar todos sus exámenes. La realidad es que nadie la
culpa por ello, para todos es evidente que se está esforzando y eso es lo que
Kyou le intenta explicar: fallar está permitido, siempre y cuando te levantes y
lo superes. Tooru aspira a ser alguien en quien se pueda confiar, sin embargo
ella ya es así, nuevamente entra en acción la incapacidad de vernos objetivamente
a nosotros mismos. Aunque es importante seguir avanzando y aspirar a ser
mejores, también es igual de importante tomarse un respiro para reconocer lo que
hemos logrado, eso es lo que necesita ahora Tooru, pues solo así podrá seguir
creciendo en la bondad que tanto la caracteriza.
Lo que tratamos de ocultar
Lo siguiente
que me gustaría apuntar es acerca de los secretos que aún quedan en la maldición
de los Souma. Kaguya es la primera en poner el dedo sobre el renglón, con una
sola pregunta nos hace suponer que aún hay más cosas que no hemos terminado de
ver en la maldición, especialmente en la de Kyou. Existe un secreto que no ha
sido develado, pero que pronto lo hará, es algo lo suficientemente grande para
que Kyou lo evite con todo su ser. Pero no se trata solo del secreto de Kyou,
sino del misterio en las palabras de Kaguya, ¿Por qué se obsesiona con Kyou? ¿Por
qué su respuesta lo haría llorar? ¿Cuál es el interés por saber si Tooru ya
conoce este secreto?
Es a través
de estas interrogantes que llegamos al primer gran punto de inflexión de esta
historia, después de la revelación que se dará el próximo episodio muchas cosas
comenzaran a cambiar y los sentimientos se afianzaran. Debemos tener presente
que hay cosas que todos preferiríamos mantener ocultas de otros, las razones
pueden ser muchas y muy distintas, pero quizá la más común sea la vergüenza. Aunque
me encantaría extenderme mucho más en esto, aun no es el momento, todo esto
quedara más claro este viernes y será cuando realmente pueda escribir sin
tapujos sobre el ocultamiento y la vergüenza.
Comentario final
Fruits Basket capítulo veintitrés es la perfecta entrada para el verdadero platillo principal de esta primera temporada. Como dije, el próximo episodio será el primer gran punto de inflexión dentro de esta historia, y por ello lo normal era que este episodio fuera tranquilo: la paz antes de la tormenta. Pero el hecho de que haya sido un episodio tranquilo no lo hace menos interesante y hermoso, tenemos un momento muy dulce entre Kyou y Tooru, además de una reflexión muy cotidiana sobre el crecimiento personal, sumado a ello también se nos dejó algunos momentos de diversión acompasados por Shigure, Momiji y hasta Kagura.
Antes de acabar con esto tomemos un momento para hablar del ultimo visitante que llego a casa de Shigure, por supuesto me refiero a Kazuma, el maestro de Kyou. Su presencia sacudirá en muchos sentidos las relaciones de los personajes, pero nuevamente tendré que reservarme mis comentarios para el siguiente capítulo ya que hasta entonces conoceremos sus intenciones y su personalidad. Cualquier cosa que pueda decir ahora no serían más que spoilers.
Finalmente los dejo con mis preguntas de siempre: ¿Qué les ha parecido este episodio? ¿De qué manera habrían animado a Tooru si estuvieran en el lugar de Kyou? ¿Qué clase de secreto creen que está ocultando Kyou? Esta es una pregunta menos relacionada al episodio ¿les gustaría que la siguiente reseña haga una comparativa entre el manga, el anime del 2001 y este remake por tratarse de un capitulo tan importante?
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