lightbulb_outline Esta reseña sobre Yakusoku no Neverland contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.
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Luego de lo acontecido con Isabella, Ray, Don y Gilda repasan la situación actual con una mirada pesimista. Paralelamente, Norman intenta mantener la compostura frente a Emma pero poco a poco empieza a desmoronarse.
Empecinado en lograr que Norman escape antes de la recogida, Ray pide la asistencia de Don y Gilda, quienes aceptan. Posteriormente, también informa a Emma sobre sus planes.
Ray y Emma le cuentan sus intenciones a Norman, pero este se niega a escapar diciendo que la huida será un éxito a costa de su sacrificio. Entonces, Emma propone que Norman huya y que Ray se lesione o enferme para evitar la recogida.
Ray le entrega a Norman el dispositivo que bloquea la señal de los transmisores, y a pedido de este, cuenta desde cuándo conoce el secreto del orfanato, relatando las memorias que mantiene incluso de manera previa a su nacimiento, y detallando así, el esquema de las plantas y algunos modus operandi de los demonios.
Isabella anuncia la adopción de Norman generando reacciones varias en los niños. Posteriormente, mientras Don cuida de los pequeños, Gilda trabaja en la soga y Norman encuentra la caja y bolígrafo dejados por Krone.
Al día siguiente y con todo listo, Norman hace el intento de escape pero se detiene al llegar al muro. Al alba, los demás niños observan atónitos el regreso de Norman.
Ray confronta a Norman, quien le dice que no va a huír mientras les revela que tras el muro, hay un acantilado.
La lucha de Ray
A pesar de que Norman debía ser el epicentro del capítulo, las acciones de Ray y mucha información sobre él que salió a la luz, fueron suficientes para que el doble espía se robara el reflector.
Con la muerte de la hermana Krone y el anuncio de la recogida de Norman, los demás niños habían perdido la esperanza y comenzaban a caer en la desesperación, pero Ray con la mente fría y un curso de acción rápido, decide salvar a su amigo y pone manos a la obra con ayuda de Don, Gilda y por supuesto Emma.
Del trío inicial, Ray ha sido el más interesante, tanto por saber el secreto y guiar a Norman y Emma a descubrirlo, como por sus planes para un escape a largo plazo que pueden verse reflejado en el bloqueador para los transmisores que creó. Al ver eso, mi reacción inmediata fue: “de niños que saben código morse y técnicas de envenenamiento poco puede sorprenderme ya”, pero estaba equivocado porque lo más sorprendente del capítulo (y hablando con franqueza, algo un poco ridículo), fue la capacidad de Ray de retener recuerdo incluso previos a su nacimiento. Sabía que estos niños eran unos genios pero esto ya es demasiado.
La información más trascendental, ha sido el hecho de que Ray descubriera el secreto a través de sus propias memorias. Dejando de lado los detalles verosímiles, el secreto ha debido suponer una gran carga psicológica para un niño de 11 años de que ha estado planeando su escape durante la mitad de su vida, y esto es algo que puede verse en la actitud actual de Ray, lo que lo hace un personaje más sólido que el resto.
Opinión final
La progresión del capítulo fue interesante pues los niños, (Ray en realidad), reaccionaron rápido al escape frustrado y actuaron para salvar a Norman, llegando al punto de que Emma sugiriera que al escapar su amigo, Ray se rompiera un brazo para posponer la recogida. Una táctica extrema si, pero no desesperada, y pensada en su totalidad para el momento en el que se encuentran.
Personalmente, encontré la revelación de Ray, sobre los recuerdos que ha mantenido desde su nacimiento, un tanto forzada y hasta ridícula, porque el que un bebé, con sus movimientos restringidos tuviera acceso a información tal como el esquema de las plantas se me hace difícil de imaginar.
Por otro lado, me resultó llamativa la respuesta de algunos huérfanos a la noticia de la adopción de Norman, así como también algunas reacciones expresadas en el capítulo anterior al ver a Emma con la pierna rota, por lo que podríamos conjeturar, o al menos asumir, que es probable que otros huérfanos sospechen sobre el secreto del orfanato.
Y así, el nuevo intento de escape de terminó en nada, pues Norman pudo comprobar que tras el muro hay un vacío imposible de saltar, ¿cómo impactará esto en un futuro plan de escape? ¿Qué pasará ahora que Norman encontró la caja y el bolígrafo dejados por Krone? Habrá que esperar al siguiente capítulo para saberlo.
Para finalizar, como habrán notado, la secuencia del ending ha cambiado y también lo ha hecho la música, con “Zettai Zetsumei” siendo reemplazada por “Lamp”, canción que, al igual que la anterior, también es interpretado por Cö shu Nie y mantiene tanto el ritmo como la atmósfera de su predecesora, a la vez que se siente más acorde a este tramo final.
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