Tras muchos rumores, indicios de que tarde o temprano la veríamos y unas cuantas filtraciones en las últimas horas, Microsoft ha confirmado la Xbox Series S, el modelo de entrada de su nueva generación y que llegará con algunas diferencias con respecto a la que será su hermana mayor, la todopoderosa Xbox Series X.
Con un tamaño cerca del 60% menor que el de Xbox Series X y sin lector de discos como principales diferenciales, la consola contará con un SSD NVME de 512 GB que promete grandes velocidades de lectura gracias a la “Xbox Velocity Architecture”.
Este modelo, de uso completamente digital, alcanzará tasas de hasta 120 FPS a 1440p, Raytracing, opción de reescalado a 4K para juegos, variable rate shading y variable refresh rate para que la experiencia sea lo más fluida posible.
Su lanzamiento está confirmado para el próximo mes de noviembre al precio de 299 dólares, un precio altamente tentador para quienes tengan ganas de dar el salto a la nueva generación sin desembolsar un solo euro de más y no necesiten jugarlo todo a 4K reales.