Esta reseña sobre Dr. Stone contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.
Capítulo 8: “Final Battle”
Dr. Stone estrena su octava emisión. En un todo o nada, el Reino de la Ciencia ataca la cueva con el ácido nítrico, el ácido “milagroso” que revive de la piedra. Gracias al ataque sorpresa, las bombas de sonido y los desertores del ejército de Tsukasa, logran hacerse con la cueva sin causar bajas.
Sin embargo, Hyoga y Tsukasa han descubierto el teléfono y los alcanzan justo antes de crear la pólvora, que acaba esparcida por el suelo. Ukyo los capta con antelación y resulta herido protegiendo a Senku, que se reencuentra con su viejo enemigo. Este último le ofrece perdonar la vida a todos a cambio de la suya. Esta vez, no obstante, nuestro científico se rehúsa a ello, porque ahora cuenta con toda la ayuda de la aldea Ishigami. La estrategia consiste en frenar a estos dos titanes de la fuerza bruta mientras Chrome y Senku diseñan algún contraataque con el poder de la ciencia.
Análisis: Naturaleza o ciencia
Dr. Stone llega al momento culminante del conflicto entre Tsukasa y Senku, la encarnación de dos ideas contrarias: el hombre al servicio de la naturaleza versus la naturaleza al servicio del hombre, respectivamente. En líneas generales, el tratamiento narrativo y audiovisual viene siendo fiel a la calidad, el tono y la coherencia de todos los capítulos que le preceden. Es, además, un episodio entregado a la acción, la tensión y las emociones fuertes. En él, la importancia de la estrategia y la fuerza se combinan con la voluntad y el carisma de los personajes.
De este modo, la acción y los giros de la trama no responden simplemente al avance lógico de los sucesos, sino también a la determinación espiritual de todos y cada uno de los implicados en el conflicto. Senku confía plenamente en sus compañeros y no está dispuesto a ser, de nuevo, el sacrificio a los dioses de la naturaleza salvaje. Con él, todos y cada uno de sus compañeros son conscientes de que han llegado demasiado lejos para aceptar la desventaja y condenar sus esfuerzos. Recordemos que, para Senku, la civilización y la ciencia funcionan porque se sostienen en un engranaje social estable, donde todos y cada uno de sus miembros tiene un papel. Ingenio, especialización y confianza logran que las hormigas tumben al elefante. Nuestro protagonista lo sabe, que fuerza bruta nunca podrá con las claves que llevaron al hombre de cruzar mares a pisar la luna.
Dignos rivales, la imponente voluntad de Hyoga y Tsukasa es temible. Dos monstruos de habilidades sobrenaturales hacen temblar a todo un pequeño ejército, armado con tecnología, con habilidades de lucha y bien armados. En realidad, es un tópico omnipresente en todo Shounen: el poder de la voluntad frente a la adversidad, que trae victorias impensables a sus protagonistas. Por suerte, Dr. Stone tiene un fundamento sólido de estrategia y lógica, no deja al azar fácilmente las cosas. El estado de ánimo es importante en una medida coherente.
Fuente de poder y violencia en Dr. Stone
Dr. Stone no abusa de la violencia ni de las imágenes explícitas de sangre, pero tampoco las censura por completo. En general, tiene una medida muy equilibrada al respecto, de acuerdo al tono de la historia. La trama se desarrolla desde una óptica alegre y pacifista, desde la visión del propio protagonista, y otros personajes se unen a ese pensamiento antibélico, como Ukyo y Taiju. Precisamente por ello, las escenas violentas de ataques y heridas conmueven el doble de lo que lo harían en una historia donde la sangre y la muerte es un elemento cotidiano. El sacrificio de Ukyo en este capítulo y la lanza ensangrentada de Hyoga ejemplifican perfectamente este aspecto. También nos impacta la decisión fatal e insensible de Tsukasa, que está absolutamente convencido y obsesionado con lograr la muerte de Senku.
Por otro lado, merece la pena subrayar la reflexión de Yuzuriha sobre la cueva del ácido nítrico y dedicarle unas líneas. Toda lucha humana, todo avance o retroceso, tiende a producirse en torno a una fuente de poder, aquello que otorga riqueza o fatalidad. Una vez más, la trama de Dr. Stone sabe hacia dónde apuntar y crear metáforas constantes sobre la historia del ser humano.
A modo de conclusión
Dr. Stone culmina en la guerra que tanto tiempo llevan preparando amigos y enemigos. La acción se combina con intervenciones valientes y reflexiones sensatas, mucho ingenio, estrategia y confianza los unos en los otros; esto es, la tónica habitual en la serie en el momento más emocionante y esperado. Senku ya no está solo contra el extraordinario “primate”, y está dispuesto a luchar con los suyos hasta la última de sus consecuencias, pues está convencido de que el poder de la civilización y la tecnología no pueden compararse con la voluntad de acero de Tsukasa, por grande que sea.
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