A lo largo de las generaciones de anime, la idea de un protagonista marginado resulta familiar. Una persona que no encaja en los protocolos de su mundo, sus habilidades o creencias diametralmente opuestas a las de sus compañeros. Son los desvalidos. Los oprimidos. Los héroes insólitos cuyos sufrimientos y triunfos se convierten en leyenda.
Mash Burnedead es algo así, salvo que probablemente se limite a abofetear a sus enemigos antes de comerse un pastel de nata. Qué rico.
MASHLE: MAGIC AND MUSCLES es una pieza ineludible de la programación de primavera de este año, que nos transporta a una tierra de hechizos y brujería. La mayoría de la población posee una inclinación natural hacia lo místico, mientras que los pocos desafortunados son considerados abominaciones y perseguidos por el ministerio.
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Para proteger a un niño abandonado de tal destino, el bondadoso Regro Burnedead se retira al aislamiento del bosque para actuar como figura paterna. Al carecer de la marca distintiva que indica habilidad mágica, Regro sabe que el niño nunca demostrará dominio de la varita, y en su lugar le anima a perfeccionar sus habilidades físicas.
El joven Mash se toma esta lección con calma y se pasa el día entrenando durante horas y horas. Cuando entra en la adolescencia, se ha convertido en algo más que un espécimen físico: es una maldita fuerza de la naturaleza, que arranca puertas de las bisagras con sólo intentar entrar en una habitación.
Criado como ha sido con interacciones mínimas con otras personas, Mash no acaba de entender cómo funcionan las normas sociales; su impresionante físico oculta una disposición reservada y desinteresada. Por eso, cuando decide ir a la ciudad a comprar unos bollos de crema (a mi amigo le encantan), no se imagina cómo podría salirle el tiro por la culata.
Un encuentro con un miembro de seguridad de la oficina pone en el punto de mira directamente a los Burnedeads, pero intuyendo una oportunidad para beneficiarse de la fuerza sin igual de Mash, el oficial sugiere una alternativa a entregarlo. Tiene que matricularse en la prestigiosa Academia de Magia de Easton, ascender y convertirse en vidente divino, un título reservado sólo a las brujas y magos más selectos.
¿La respuesta de Mash a esta tarea aparentemente imposible? Okay.
Hay un montón de razones por las que alguien sin talento mágico no debería tener éxito en este entorno, pero, curiosamente, estas dudas se disipan constantemente con la práctica solución de ser secuestrado. Ahí radica la gracia, ya que Mash suele ser capaz de salir airoso de pruebas y exámenes por el mero hecho de ser lo bastante poderoso como para someter los retos a su voluntad. Cada vez que crees que se le va la olla, se abre camino hacia la victoria.
Mash también tiene la ventaja de estar rodeado de un grupo de colegas que pueden ayudarle en el camino. Al menos, creo que es una ventaja. Parece tener las cosas bajo control sin ellos, pero son una buena compañía, por lo menos.
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Su compañero de habitación, el apacible Finn, preferiría mantenerse lo más alejado posible de los problemas que atrae Mash, y sin embargo, siente una punzada de culpabilidad cada vez que el bicho de pelo champiñón observa lo gran amigo que es. Luego está Lemon, que al ver las increíbles hazañas de fuerza y valentía de Mash, decide que debe casarse con él algún día. ¿Y honestamente? Lo mismo. Lo entiendemos.
También hay rivales potenciales, como el talentoso Lance y su problemática obsesión con su hermana, o la arrogante y delgada Dot. Cada nueva incorporación al equipo eleva aún más la apuesta, con sus personalidades y debilidades cada vez más absurdas. Todo confluye en una mezcla de excentricidad y brujería.
Y en el centro de todo está el mismísimo Mash Burnedead. Merece la pena profundizar en su carácter, ya que constantemente tiene hechizados incluso a los más veteranos con su fuerza sobrehumana. Si se le puede considerar un pez fuera del agua, es, como mínimo, una especie de pez particularmente corpulento, que atraviesa obstáculos que supondrían un problema para los hechiceros más tradicionales.
Lo hace todo sin una pizca de emoción, y esto puede dar la impresión de que es apático o indiferente. Sin embargo, no podría estar más lejos de la realidad. Mash se preocupa profundamente por la gente a la que quiere y está dispuesto a arriesgar su vida para protegerla. De hecho, la razón por la que ha aceptado someterse a las pruebas de la academia es la búsqueda de una vida pacífica con sus padres. Siempre que el bienestar de Regro se ve amenazado, Mash se lanza a cualquier peligro sin pensárselo dos veces… o la primera, en su mayor parte.
De hecho, se le puede llegar a considerar entrañable. Expresa su decepción cada vez que se le reprende y se muestra abierto ante cualquier situación. Ocasionalmente, incluso mostrará su propia versión de entusiasmo, puntuado con palabras como “¡yeeey!” y “¡whuupiii!“.
En realidad, es uno de los aspectos más interesantes de su temperamento. ¿Cómo es posible que alguien tan apasionado tenga una “poker face” tan pétrea, que rara vez hable en un tono más alto que un susurro? Como ya se ha dicho, la mayor parte del tiempo estuvo aislado, pero ¿podrían haberle advertido de que no llamara demasiado la atención? Podría servir como explicación de por qué se mantiene tan estoico, aunque sus frecuentes hazañas de fuerza abrumadora socavan cualquier sutileza.
En realidad, Mash no es más que un inconsciente y delicioso pastelito de crema. No es malvado, está dispuesto a compartir sus pensamientos y bocadillos con los demás, y se empeña en cumplir cualquier objetivo que se proponga. Resulta exasperante para los posibles antagonistas desesperados por sacarle de quicio, y crea un contraste fascinante.
Estas brujas y magos fanfarrones, con sus extravagantes conocimientos y conjuros, son tan rimbombantes como los electrizantes hechizos que lanzan. Por eso es aún más satisfactorio que este don nadie aparentemente anodino, que ha encontrado formas únicas de contrarrestar sus ataques, les baje los humos. Por ejemplo, a veces les parte la varita en dos. Nunca se me habría ocurrido, y está claro que los alumnos de la Academia Easton tampoco se lo esperaban.
También hay que decir que, estéticamente, es un anime impresionante. Las premonitorias torres de la escuela de magia son un telón de fondo siniestro, y los constantes actos de rebeldía de Mash dan lugar a algunas expresiones faciales realmente memorables. Se puede entrar al azar en cualquier punto de un episodio y encontrarse con un momento memorable prácticamente cada vez. Es tan divertida como sugiere su premisa y, en mi humilde opinión, una de las primeras candidatas a comedia del año.
MASHLE: MAGIC AND MUSCLES da en el clavo, tanto en sentido figurado como literal. Es un despliegue de estulticia desenfrenada que toma prestados conceptos de otras historias antes de desecharlos sin miramientos. Reconocerás las referencias en cuanto las veas, sobre todo cuando el escenario es una escuela de magia. A pesar de ello, también rompe las convenciones al presentar de forma convincente al luchador más poderoso del mundo como una figura simpática.
No importa quién seas, seguro que hay alguien que no está de acuerdo contigo y te juzga antes incluso de darte una oportunidad. Y aunque no todos podemos levantar a nuestros opresores como Mash, al menos podemos tomar ejemplo de él y tomárnoslo con calma, optando en su lugar por centrarnos en la positividad que llevamos dentro.
Empiecen a creer. Empiecen a levantar. Y asegúrense de tener siempre a mano un suministro constante de bollos de crema. ¡Qué rico!
¡No se pierdan MASHLE: MAGIC AND MUSCLES en Crunchyroll!
Traducción: Julio Vélez, Spanish Editor en Crunchyroll. ¡Síganlo en Twitter e Instagram!
