lightbulb_outline Esta reseña sobre Honzuki no gekokujou 2 contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.
Capítulo 9 (23): Festival de cosecha y estadía en casa
Una biblioteca destruida y una ratona enojada, ¿qué puede pasar? Después de una conversación con el superior, la ratona acaba feliz pues podrá clasificar los libros como ella quiera, esto la anima en demasía. Logra arreglar el desastre provocado por algún subordinado del Patriarca y las cosas parecen estar yendo bien. Turi y Lutz van a enseñarles a los huérfanos a que encuadernen libros, Myne y Benno discuten por negocios, Myne se entera que tendrá un hermano en primavera. Pero las cosas parecen irse por otro lado cuando se entera que deberá pasar el invierno en la catedral, lo cual no parece ser negociable.
Opinión del capítulo
No vi a Myne tan enojada en anteriores capítulos, siento que se ha enojado demasiado en este, aunque justificadamente. También vi mucha interacción con la parte infantil o la mente de Myne, explicando cosas y más. También ha tenido mucha referencia a nuestra realidad, lo cual me sorprende porque el Sumo Sacerdote debió quedar más sorprendido e intrigado por Myne al decir la ratona todo lo que dijo (¿qué es Japón?, ¿Cutter?, ¿clasificación japonesa?). En líneas generales el capítulo fue bueno, solo esas cosillas sobre el Sumo Sacerdote que no me cuadran, porque se mostró más perspicaz en otros momentos. También cuando Myne acusó a otro de hábito azul, pensé que el Sumo Sacerdote diría “¿y si no fue él?”, esto por lo que vimos capítulos atrás en el caso de Lutz. Igual, un muy buen capítulo.
¿Una venganza?
Al inicio vemos al Patriarca conversando con un hábito azul que vimos en otros capítulos, todo esto, para nosotros, armó sospecha para culparlo inmediatamente con lo que pasaría después: el desastre en la biblioteca. Algo que lo hace más sospechoso es lo que dijo el hábito azul: se tomó molestias innecesarias. Esto aumenta las sospechas en nosotros y en Myne las inició. Después de esto la ratona se quiere vengar por lo que hicieron, estuvo muy enfurecida en ese momento, pero Fran la lleva ante el Sumo Sacerdote en contra de las órdenes de su ama. De por sí el Patriarca quiere hacerle daño a Myne por lo que le hizo, además de ser una chica del pueblo y no ser noble, el del hábito azul simplemente quiere hacerle el mal por el solo hecho de ser de una clase inferior, por una discriminación social.
La oportunidad de una ratona
Dicen que las crisis son momentos de oportunidades. Después de conversar con el Sumo Sacerdote, y este al permitirle ordenar la biblioteca, Myne se alegra de sobremanera porque podrá clasificar los libros como ella quiera. Esta es la oportunidad que se le presenta, el ordenar la biblioteca como si fuera suya. Es aquí también donde la imaginación de Myne se activa de una manera que jamás vimos, se notó mucho el cambio de ánimo, un amante de los libros, como lo es la ratona, sí que se alegraría al poder hacer lo que Myne hará. Es su oportunidad de conocer todo lo que esa biblioteca tiene para ofrecer.
Unas cosillas del mundo real
Haciendo una investigación rápida (por lo cual me puedo equivocar en algunas cosas) pues: El Sistema Decimal Japonés fue utilizado y creado por Kyoshi Mori (hay un político japonés homónimo que nació en el año 1915) en 1928-29, basándose en la clasificación de Dewey y en las tablas generales de Cutter (lo de Dewey es básicamente lo que hizo en el capítulo y lo de Cutter es una clasificación con números y letras basado en el libro y en el nombre del autor). Cuando se crea la Biblioteca Nacional de la Dieta, en 1948, se usa el sistema usado por Mori. Es de carácter expansiva, lo cual con el paso del tiempo permite agregar nuevas subdivisiones y ese tipo de cosas. Eso es todo lo que pude averiguar con respecto a esto.
Arreglar el desastre
Sé que Myne tiene más sirvientes, pero vi a un par que no sabía que eran sirvientes de Myne, lo curioso es que están acompañando a Gil y al resto de sirvientes que conocemos y ellos llegan a la biblioteca antes de que la ratona les haya dado la orden, incluso antes de que lleguen a conversar. ¿No les parece esto curioso? Lo importante igualmente es que logran arreglar todo el desastre, pero sobra un espacio, uno en el que Myne quería poner los libros que el Sumo Sacerdote había donado a la Catedral. Los libros eran sobre magia. Acabaron antes de lo esperado, incluso con las distracciones de Myne, pues ella tenía una ansías por leer lo que se encontraba en cada libro. Imagino igualmente que tuvo que leer algunas partes de todos los libros para saber clasificarlos, porque los sirvientes dudo que conozcan la idea de Myne. Al final la ratona regresa con el Sumo Sacerdote después de ciertos acontecimientos.
Magia y nobleza
El Sumo Sacerdote, en el cuarto privado, le explica a Myne que los libros de magia no deben estar permitidos a todo el público, sino a los nobles que realmente son nobles, los cuales deben estar en un colegio de nobles y graduarse para ser reconocidos socialmente. Tal parece que la magia y la nobleza están íntimamente ligadas, mis sospechas sobre los dioses siguen estando presentes y aumentando. La verdad que creo que Myne no tendría las mejores intenciones si aprendiera a usar la magia, es muy propensa al enojo y no sabe controlarse. Y lo más interesante es que aunque los de hábito azul son “nobles”, no lo son tan ciertamente, nacen en la cuna pero no se logran hacer nobles. Es un dato curioso que siento tendrá importancia más adelante.
Nuevos planes
Myne le dijo a su familia que se quedaría en casa en invierno, su hermano al menos no nacerá en esa temporada, sino en primavera. Tal parece que la ratona no podrá cumplir esta promesa, el Sumo Sacerdote le dice que la ceremonia de ofrenda será en invierno y como ella es enfermiza lo mejor es que se quede. A Myne le toma por sorpresa esto, no hay respuesta, al menos no en este capítulo, pero lo más seguro es que deba quedarse dada las circunstancias a las que está atada. Así que Myne tendrá nuevos planes, planes en los cuales su familia no está incluida.
En fin, el capítulo ha sido disfrutable, mucho. Se aprenden cosas nuevas con la ratona, como lo del mimeógrafo o de la impresión tipográfica, llega a plantar el bicho de la curiosidad para que las personas decidamos averiguar por nuestras cuentas, pues lo hace entretenido.
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