¡Advertencia! Esta reseña sobre Fruits Basket Final capítulo cuatro contiene spoilers. Si aún no has visto el episodio, te recomiendo que vayas a checarlo y después regreses a leer la reseña.
“… Regre…sé”
Fruits Basket Final capítulo cuatro da inicio con Akito mostrándole a Kureno una caja que contiene a su “padre”. Ahora que Hinata ha nacido, Hiro cuida de ella, pero no todo es felicidad pues continúa preocupado por Isuzu. Nadie sabe nada del paradero de Rin, cuando Haru se encuentra con Hiro y Kisa, este finalmente le revela la verdad de las lesiones de Rin. Además finalmente se disculpa por Kisa por el pasado y le cuenta los objetivos de Rin a Haru. Enfurecido por lo que descubrió Haru enfrenta a Akito, aunque sus sentimientos también son cuestionados en el proceso. Kureno es quien descubre el paradero de Isuzu y hace que la lleven al hospital, además es quien detiene el enfrentamiento entre Haru y Akito.
Ya en el hospital, Isuzu vuelve a escapar, mientras lo hace comienza a recordar cómo fue que acabo así. El día que siguió a Kureno y se encontró con Ren, esta le dijo que le diría como romper la maldición si le hacía un favor. Para cumplir su parte del trato, Rin entro al cuarto de Akito para robar una caja, sin embargo fue descubierta y Akito la encerró en el cuarto del gato. A punto de rendirse, su último deseo era tener un sueño con el amable Haru. Cuando este aparece en su sueño ella siente que finalmente puede terminar su viaje, en ese sueño feliz puede volver a él. Pero no es un sueño, Haru realmente está ahí pues la estuvo buscando. Con ambos reunidos nuevamente, finalmente el largo viaje de Rin ha concluido, ahora está donde debe estar.
“Ya es suficiente”
La mejor forma de abrir este análisis es hablando de la culpa. Esta es una emoción poco placentera, que en general se vuelve una carga con la que a cada paso que damos nos es más difícil el lidiar con ella. Nos vuelve híper consientes de muchas cosas, es como estar caminando sobre cascaras de huevo constantemente. Aquí esto lo vemos en Hiro, quien pasó mucho tiempo siendo atormentado por sus sentimientos de culpa. Él siente culpa por no hablar antes de lo que paso entre Rin y Akito, pero más importante, siente mucha culpa por las lesiones pasadas de Kisa.
Ambas situaciones son cosas que pesan enormemente en su corazón. Esto lo sabemos porque lo hemos visto constantemente consternado y preocupado por Rin, debatiendo para sus adentros si debe hablar o no. Para el caso de Kisa es más o menos similar, él posee un enorme instinto protector hacia ella, que se deriva de su culpa de no haberla podido proteger antes. Sin embargo la culpa es curiosa, alimenta nuestras inseguridades y paraliza nuestras acciones. Hiro se volvió incapaz de ser directo, no pudo buscar ayuda para Rin y termino alejándose de Kisa inicialmente. Tuvo que experimentar nuevas emociones para salir del castigo emocional. Para poder volver al lado de Kisa, fue necesario que la viera nuevamente herida. En el caso de Rin, al experimentar el nacimiento de su hermanita y conocer la fragilidad de una nueva vida, Hiro fue capaz de finalmente pedir ayuda para ella.
Otra cosa curiosa de la culpa es que no es sencillo detenerla, no poseemos un interruptor que podamos presionar simplemente. Sin embargo, es posible enfrentar la culpa encarándola dese sus orígenes. Si la culpa que sientes es por alguien, es posible que solo esa persona sea capaz de aliviar ese sentimiento. Así es como funciona para Hiro, él no podía dejar de culparse por lo sucedido a Kisa, aun cuando todo parecía estar bien, en el fondo él seguía sufriendo por ese incidente. La única que podría levantar ese castigo es la propia Kisa, ya que solo ella puede comprender su verdadero dolor.
El amor de Rin y Haru
Demos un salto radical y pasemos de la culpa al amor. El amor es un sentimiento complejo y no crean que está exento de culpas. La pareja que han formado Rin y Haru es una de las más hermosas, principalmente porque ambos albergan una profunda preocupación el uno por el otro. A decir verdad este par piensa más en el otro que en sí mismo, esto lo veníamos viendo mucho más por parte de Isuzu, quien convirtió en el propósito de su vida romper la maldición para así liberar a Haru. No a ella, a Haru. Pensando en el bienestar de él, ella opto por terminar u relación y alejarse, pero eso no hizo que dejara de preocuparse por él y siguiera buscando como otorgarle su libertad.
Antes dije que el amor no está exento de culpas, en el caso de Rin y Haru, ambos cargan con su propia dosis de este peculiar sentir. Por su parte, ella se siente mal por depender de la amabilidad de Hatsuharu. Tiene una pobre percepción de su propio valor, así que cree que su existencia le ha traído y le traerá desgracias a Haru. Por otro lado, Haru carga con su propia culpa, pues su deseo por Rin supero su intención de protegerla. Por mucho tiempo quiso apartar la mirada pero en el fondo siempre supo que su deseo ponía mucho peso sobre Rin. Pero así es como funciona el amor, no es sencillo, son dos almas intentando unirse, es obvio que habrá diferentes visiones en el camino.
Lo más importante es que no nos ahoguemos en culpas o malos sentimientos, si somos capaces de trascender esto estaremos más cerca del ideal soñado. Así es como ha llegado a evolucionar la relación de Rin y Haru hasta su conciliación final. Pues es justo decir que dentro de ambos siempre predomino lo mejor, que anteponían al otro. Fue un viaje largo y muy agotador pero es reconfortante saber que al final del camino esta ese sitio cálido al cual llamar hogar. Para Rin ese sitio es al lado de Haru, porque solo él puede darle la calidez que necesita. Y para Haru es correcto decir que Rin es también ese sitio al que siempre volverá, pues es la voz que lo trae de vuelta de la oscuridad.
Detalles
Aquí voy a poner algunos puntos de interés que no voy a desarrollar pero que está bien señalar.
- Kureno ha dado su primer paso para despertar su adormecida conciencia. No solo saco a Rin del cuarto del gato sino que increpo a Akito por sus acciones. El regaño de Kureno dista de ser suficiente pero ejemplifica muy bien la imagen que debemos tener de Akito, pues es como una niña que no sabe distinguir el bien del mal.
- Tanto Ren como Akito tienen un odio visceral por Rin, quizás por la imagen que representa para ambas, su feminidad es más un castigo que una bendición para Isuzu.
- El tesoro de Akito, la caja que contiene a su “padre”, es algo que Ren quiere. La obsesión de ambas por el difunto Akira es preocupante y enfermiza.
- El lazo que une a los zodiacos es más doloroso que hermoso. Ya que Akito es “dios” tiene un vínculo de lealtad con todos, eso explica porque Haru se detuvo antes de golpearlo, no pudo hacerlo, no puede dañar a “su dios”. Esa lealtad se reactivó cuando estuvo a punto de volver cuando Akito lo llamo, sino fuese por Kureno Haru no habría podido eludir el llamado de “dios”, si eso hubiese ocurrido, habría perdido a Rin para siempre.
- La inestabilidad mental de Akito continúa en picada, los vínculos eternos en los que cree están siendo removidos. Quizás Haru no rompió la maldición, pero ha hecho mella en ella.
- No dejen pasar de largo la actitud y el regaño de la sirvienta mayor, pues ella nos demuestra que los Sohma son casi un culto. Esta situación debe darnos enormes pistas respecto a la crianza de Akito, queda claro que no es un “dios” solo para los zodiacos.
- Finalmente, pero no menos importante, el estigma que tiene “la habitación del gato” es de lo más terrible. Es un sitio que se equipara al exilió, su sola mención es repelente y tristemente es un sitio creado para glorificar la terrible tradición de la degradación del gato. Es entendible que nadie guste de mencionar ese sitio, mucho menos quieran ir ahí por voluntad.
Comentario final
Fruits Basket Final capítulo cuatro ha sido un episodio hermoso, demasiado emotivo y por sobre todo muy completo. Parece que es una regla implícita que todo capítulo donde Rin aparezca y tenga relevancia será uno para llorar. Resulta difícil no querer al personaje cuando nos la presentan tan humana y tan frágil. No cabe duda que este ha sido un episodio de muchos detalles. El cuidado en la animación y en la banda sonora es un plus que no podemos obviar.
No puedo cerrar esta reseña sin antes mencionar que me encanto el detalle de “los fantasmas del pasado”. El recorrido por los recuerdo de Rin nos llevó a ver estas sombras en sus memorias, las cuales nos brindan una excelente introspectiva del personaje. Su recuerdo de Yuki en la habitación de Akito y de ella misma tirada en la calle, nos recuerda que Rin es alguien amable y profundamente herida por la soledad. Cuando se reúne con Haru y finalmente puede dejar atrás a su yo tirado en la calle, nos hace experimentar una dulce dicha por ella. Rin y Haru son una pareja dulce y se complementan tan bien que nos hacen sentir verdadero alivio de que estén juntos nuevamente.
En fin, estas han sido mis impresiones de este capítulo, díganme: ¿Qué les ha parecido este episodio? ¿Creen que exista forma de vivir sin culpas? ¿Ya se volvieron parte del Haru x Rin supremacy? El próximo capítulo tendremos más emociones, veremos a Momiji dando su estirón y un cambio importante se acerca.
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