Reseña | Mashiro no Oto – Capítulo 6

Esta reseña sobre Mashiro no Oto contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña. Capítulo 6: Tierra natal Después de tanto tiempo de práctica apenas logran traspasar el límite de lo bueno, ahora se plantea la opción de un viaje de entrenamiento que es tomada. […]

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Esta reseña sobre Mashiro no Oto contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.

Capítulo 6: Tierra natal

Después de tanto tiempo de práctica apenas logran traspasar el límite de lo bueno, ahora se plantea la opción de un viaje de entrenamiento que es tomada. Todos están tomando las cosas en serio, por lo cual su determinación aumenta al tener como maestro al señor Hiroshi. Las discrepancias son inevitables cuando el talento y el nivel es diferente entre los miembros, esto desencadena una pelea entre Kaito y Sawamura, pero es resuelta rápidamente. Maeda, por su parte, sabe que debe mejorar, encontrando el camino cuando escuchó el sonido de Sawamura. El señor Hiroshi les contó una historia que inspiraría al grupo. Logran dominar el tema para el concurso mientras Umeko da la iniciativa al mencionado evento.

Opinión del capítulo

Buen capítulo, definitivamente. Primero debo mencionar lo del opening, personalmente prefiero el anterior que está más acoplado al tema del anime y su ritmo y sonido me parece mejor también, el de este capítulo lo sentí como una introducción más genérica. Podemos dividir en dos este capítulo, la primera mitad que abarca problemas y aborda a los demás personajes, como Kaito, lo cual me parece muy bueno, porque una de las cosas que no estaba viendo era desarrollo de personajes, al menos no en los secundarios. En esta primera parte Sawamura no es el centro necesario, sino un partícipe más de la acción, pero el centrismo del protagonista retorna en la segunda mitad. Considero que esto es mejor a tener que ver solo a Sawamura hablando de lo que ya sabemos, además que acá da un avance grande, uno que me parece no vemos desde el primer capítulo.

Hay más cosas, sí, pero ya las iremos viendo a lo largo de la reseña. Pero lo repetiré, ha sido un buen capítulo.

Práctica y viaje

Una de las cosas que siempre será importante mostrar es el mejoramiento de los personajes, siempre y cuando se hayan mostrado como inexpertos y sin talento innato para tal actividad. En el capítulo nos dan una elipsis que demora unos tres o cuatro minutos donde nos muestran que ellos estuvieron practicando arduamente durante más de un mes. Aunque no hayamos visto su entrenamiento, al menos ya sabemos que su mejorar no fue gratuito, sino que hubo un trabajo y esfuerzo. Aunque me hubiera gustado ver cómo se desarrollaban las prácticas, me sirve para saber cómo llegaron a los acontecimientos del capítulo.

El viaje no fue gratuito, era necesario, tenía que ver con retornar al origen, y también porque mínimo debe haber un capítulo así para incentivar el turismo en Japón (no tengo pruebas, tampoco dudas). Lo que me preguntaba parte del capítulo es cómo consiguen el dinero, cómo es que se les hizo tan fácil. Si mal no entendí, lo más seguro es que haya sido gracias a Umeko. Ese contacto último que hubo entre la casera y Umeko fue suficiente para pensar: Ah, ya, eso lo responde. Esa es la importancia de saber mostrar las cosas y no sobrecargarlas.

Discrepancias

De nuevo hay una confrontación entre Kaito y Sawamura, pero ahora entendemos de mejor manera por qué Kaito actúa así, siendo dos los motivos: Maeda, quiere defenderla porque le gusta y obviamente que traten mal o con indiferencia a alguien que quieres no agrada, y lo que él tuvo que pasar. Logro identificarme más con Setsu pues soy alguien despreocupado, que no se ha esforzado mucho en la vida, a quien las cosas se les da relativamente fáciles y sin motivación. Lo que puedo decir de Kaito es que está quitando sus frustraciones con Sawamura, quiere ser él y aprovechar la oportunidad. Esto es entendible, pero ¿la vida de Sawamura acaso es mala?

Y con vida me refiero a forma de pensar o de actuar o de ser, y si veo a Kaito su propio pensar también le afecta y le causa dolor. Ambos, de alguna manera, sufren por ser como son, pero en Kaito eso se expande a más ámbitos de la vida, en Setsu solo a uno pero que es la puerta para el resto. Sin embargo las cosas quizá sean más sencillas de las planteadas.

Por último, luego que se amistan la reacción de Sawamura es muy de él, cuando obliga a Kaito y a Rai a cambiar sus shamisen por una cuestión física. Esto demuestra madurez por su parte y que el equipo realmente le importa, muy buena acción que no escapa de su forma de ser.

Una historia y el abuelo

Hiroshi les cuenta una historia sobre el shamisen y la vida misma. La historia ya la sabemos, así que vayamos a comentarla. En principio es una narración fundacional, en el sentido de que cuenta cómo surge el estilo que ellos están heredando (el Tsugaru shamisen). Para tocar bien no hace falta ver, además el ver es un limitante. Tenemos que tener en cuenta que la conclusión a la que se llega es que el estilo en el que se forman es uno de libertad, por lo tanto la ceguera es importante, porque con los ojos ves una partitura y con ellos ves alrededor lo cual genera complicaciones, como las de Maeda. En síntesis, más que pensar (los ojos están asociados al pensamiento en cuanto capacidad de formar imágenes) debes sentir.

Los cinco sentidos están asociados a lo experimental, como una ventana para conocer el mundo. Cuando hablamos de música, más que experimentarla la vivimos. La alegría que nos causa, la tristeza o alguna otra emoción, ahí radica lo esencial o al menos eso nos dan a entender. Y justo ese es el mensaje final del abuelo: pero la lección más importante es la reacción de quienes me oyen. Y esa reacción es emotiva, no racional.

Decisiones logradas

Al final de este viaje tenemos a Kaito, Maeda, Yui y Sawamura con resoluciones a sus conflictos. Pero el más relevante será la de Setsu, porque es el protagonista, quien se propuso participar en el concurso individual. Esto ya marca un avance grande, algo que en cierta forma se veía venir y que fue cocinado a fuego muy lento. Es importante el hecho de que Maeda haya sido la primera en saber la decisión de Setsu, la hace un poco más relevante al haber sido ella la del empujón, por lo de su abuela. Aunque, para mí, quien aventó verdaderamente a Setsu del barranco fue Yuna (me da la sensación que un inicio el manga quizá no tenía planeado la línea que estamos viendo).

Quizá el capítulo fue mejor adaptado, no lo sé, no he leído el manga, pero si es así espero que sigan esta línea. Lo único que pediría es un poco más de desarrollo de Yui, Rai y Umeko y todo estaría genial, aunque tal como están funcionan, solo Rai me causa algo de dudas. Buen capítulo, disfrutable y gran tocada de Setsu, excelente y emotiva.

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Fuente: Somos Kudasai

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