Esta reseña sobre Yuuki Yuuna wa Yuusha de Aru: Dai Mankai no Shou contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.
Capítulo 10: Poder nacido de la adversidad
El sistema de defensa llamado Palacio de las Mil Vistas será activado, pero se demora, las heroínas y las centinelas deben ganar el mayor tiempo posible, aunque la verdadera intención es que se complete la ceremonia. Surgen dudas por parte de la líder de las centinelas, mientras que las heroínas quieren recuperar a su amiga. Togo y Fu llegan al lugar del ritual, solo que en el campo de batalla la gente va desapareciendo y la humanidad va perdiendo la fe, Aya trata de mantener la calma, sin embargo revela el deseo de varios: vivir. Ahora los enemigos ya no son los Vertex necesariamente, sino los mismos dioses celestiales que hacen acto de presencia cuando rompen la barrera. El destino queda en sus manos.
Opinión del capítulo
La batalla que acabará con todas las batallas ha llegado, todos en sus posiciones y haciendo lo que deben hacer. Me ha gustado, la animación se siente muy bien y la banda sonora también. Además que hay diferentes motivos por los cuales pelean, algunas para sobrevivir, otras por sus amigas, otras porque es su misión, entre otras justificaciones. De por sí a nivel de contenido no hay mucho que analizar, es el simple desarrollo de los acontecimientos y pocas cosas se pueden decir mientras se está en medio de una batalla. En ese sentido es entendible que pocas cosas hayan sido incluidas para que los diálogos no queden vacíos, cosas que tienen sentido en lo planteado. Es más un capítulo para disfrutar.
La “última” batalla
Siempre hubo la esperanza humana de una última batalla, campaña o guerra, que acabe con todo conflicto en el mundo y se instaure un nuevo orden bueno para todos. Uno de estos es a nivel terrenal, el otro puede ser llamado celestial o divino. En este caso, las que quieren vivir de manera individual luchan por la instauración de una paz terrenal (solo tomemos a Kusunoki de ejemplo), mientras que otros más (principalmente Taisha) esperan unirse a los celestiales para encontrar esa paz. Como dice Aya, ya continúen o se unan a los dioses, la humanidad se salvará. En alguna medida cada “última” batalla es para la salvación.
Pérdida de fe y recuperación
Hay un dicho en mi país que reza: La fe es lo más lindo de la vida. Para salvarse hay que tener fe, tanto en uno como en lo que cree. ¿La desaparición de personas es por la falta de fe o porque tienen tanta fe en Shinju-sama que ya se volvieron uno con él? Por lo que se menciona en el anime, resulta ser más por la primera, pues el arma ya no parece tener energía suficiente para poder ser lanzada, cuando tu solución falla la fe y esperanza se van perdiendo. En todo caso, las heroínas son aquellas que ante la adversidad mantienen la fe en que las cosas pueden salir bien y ellas son las que se mantienen, incluso la misma Aya, quien aceptó sus ganas de querer vivir. Mientras hay vida hay esperanza.
Viendo lo último, si Shinju-sama les da el poder a las héroes, y vimos que puede quitarlo como pasó con Chikage, ¿por qué no les quita los poderes para que el Shinkon prosiga? Bueno, todo acabaría, así que menos tensión habría. En fin, ¿qué pasa realmente?, ¿podrán lograr salvar a Yuna?, ¿aparecerá Gendo Ikari como la mente detrás de la complementación? Ya lo sabremos en los últimos capítulos que quedan.
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