En Japón, una reciente publicación del autor Toianna ha capturado la atención del público al abordar un fenómeno social creciente: los “hombres débiles“. Según su libro titulado “弱者男性1500万人時代” (La Era de los 15 Millones de Hombres Débiles), uno de cada ocho japoneses y uno de cada cuatro hombres se identifican como “hombres débiles”. Esta categoría, que no se define estrictamente por criterios económicos, abarca a hombres que enfrentan desafíos como pobreza, discapacidad o aislamiento social.
El término “hombres débiles” surgió en un contexto de cambio social en Japón. Durante décadas, el país fue conocido como una sociedad de clase media uniforme. Sin embargo, datos de 2018 revelan que uno de cada seis japoneses vive en la pobreza, con un ingreso anual del hogar de menos de 1.27 millones de yenes (alrededor de 8000 dólares). De hecho, uno de cada cien japoneses subsiste con menos de 210 yenes al día (cerca de 1 dólar). Estos cambios han dado lugar a un creciente grupo de hombres que, a pesar de sus esfuerzos, no logran mejorar su situación económica ni social.
La noción de “hombres débiles” incluye a aquellos que podrían no ser percibidos como tales a primera vista. Por ejemplo, un hombre con un ingreso alto podría ser considerado un “hombre fuerte”, pero si está atrapado en una relación abusiva que le deja sin autonomía financiera, también puede considerarse débil. Esta categoría no es meramente una etiqueta cuantitativa, sino una forma de reconocer las diversas formas en que los hombres pueden sentirse marginados o impotentes en la sociedad.
Un aspecto interesante es la relación entre el concepto de “hombres débiles” y el término previo “KKO” (キモくて金のないおっさん), que se traduce aproximadamente como “hombres viejos feos y pobres”. Este término despectivo, popularizado en redes sociales en 2015, destacaba el estigma social hacia hombres que no cumplían con los estándares tradicionales de éxito o atractivo. Sin embargo, la transición de “KKO” a “hombres débiles” refleja un intento de abordar la cuestión con más empatía y comprensión.
El libro de Toianna estima que hay hasta 15.04 millones de “hombres débiles” en Japón, lo que representa aproximadamente el 24% de la población masculina. Una encuesta realizada a más de 500 hombres reveló que el 26.2% se identifica como “hombres débiles”, lo que equivale a unos 16 millones de personas en el país. Las principales razones para esta autoidentificación incluyen ingresos bajos, falta de amigos y dificultades para comunicarse con otros.
A pesar de la creciente visibilidad de los “hombres débiles”, la sociedad japonesa aún muestra poca empatía y apoyo hacia este grupo. La idea de que los hombres deben ser inherentemente fuertes y autosuficientes contribuye a que muchos subestimen sus problemas y necesidades. Esta falta de reconocimiento y apoyo se refleja en el “ranking de lástima” propuesto por el escritor Kei Mitatera (御田寺圭), donde los “hombres débiles” se sitúan en un lugar bajo en la escala de simpatía pública.
En conclusión, la creciente discusión sobre los “hombres débiles” en Japón señala una necesidad urgente de reconsiderar cómo se entienden y apoyan las diversas formas de vulnerabilidad en la sociedad. Este tema no solo es relevante para los hombres, sino que también ofrece una perspectiva crítica sobre las expectativas sociales y la empatía hacia aquellos que luchan por encontrar su lugar en un mundo cambiante.
- «¿Qué pasa con las mujeres mayores?».
- «¡Eso es exactamente! Solo critican a los hombres mayores, mientras que defienden a las mujeres con todas sus fuerzas. ¿No es eso raro?».
- «¿No será que la opinión general es “déjalos decir lo que quieran”?».
- «Si escribieras “mujeres viejas, feas y pobres”, dirían que es sexismo, pero con los hombres se permite. Qué artículo tan superficial».
- «La tasa de criminalidad es abrumadoramente diferente. Si excluyes los delitos menores, los delitos violentos son cientos de veces más comunes en hombres. Es normal que las personas con un mínimo de inteligencia tengan más precaución con los hombres que con las mujeres».
- «La ineptitud de los japoneses no se limita a uno de cada ocho».
- «Puede que sea porque mi cara es demasiado desagradable, pero en los últimos años, es común que espere cinco minutos frente a la caja del supermercado y nadie venga».
- «Las mujeres tontas solo están interesadas en los idols de Johnny’s o los hosts. Deberían agradecernos por alejarnos de ellas».
- «Especialmente con los hombres, el término “otaku” se ha cambiado por “trastorno del espectro autista”».
- «Yo soy mujer, pero veo que la mitad de los hombres tienen un leve trastorno del espectro autista. No es por menospreciarlos, pero es como “¿cómo es que no entienden eso?”. Me sorprende su falta de comprensión y visión limitada».
- «Soy un hombre calvo y sin empleo que nunca ha tenido relaciones. Me vengo del mundo no bañándome para que mi olor corporal sea fuerte».
- «¿No se dan cuenta de que este tipo de discusiones son discriminatorias?».
- «¡No hay personas fuertes en ningún lado! ¡Toda la humanidad es débil! ¡…yo y tú también somos débiles!».
- «Hay más hombres débiles, más mujeres fuertes y más personas con género no definido».
- «Claro, el mundo de las citas es un lugar lleno de personas que no son populares. Si preguntas a alguien que está metido en ese mundo, dirán que la mayoría de las personas son hombres débiles».
- «¿Y qué pasa con las mujeres mayores de 30 años que ni siquiera son vistas por esos hombres que no son populares?».
Fuente: Yaraon!
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