Han pasado varios meses desde que “Yuki (@ywuukii)” protagonizó una controversia en Twitter luego de posar como Tatsumaki de One Punch Man para una fotografía que le dio la vuelta al mundo. Cabe señalar que Tatsumaki de por sí es un personaje que generalmente atrae la controversia entre los usuarios de redes sociales debido a su baja estatura y a su alto erotismo, lo que provoca que algunos tachen de “pedófilos” a aquellos que gustan del personaje.
Fiel a Tatsumaki, “Yuki (@ywuukii)” mide apenas 4 pies y 11 pulgadas (alrededor de 1.50 metros) de altura, por lo que era la elección perfecta para hacer cosplay del personaje (que, de acuerdo con la historia original, tiene 28 años, no es ninguna niña). Teniendo esto en cuenta, su amiga “Rows (@rowsvee)” se vistió como Fubuki y ambas se tomaron la fotografía que eventualmente las convertiría en tendencia.
Los internautas, especialmente cierto sector de la comunidad de Twitter, no se vieron contentos cuando empezaron a concluir que Yuki era una menor de edad en un erótico traje de conejita, algo completamente inaceptable para ellos. Como ya es costumbre, ni siquiera cuando la propia cosplayer salió a decir que ella misma era mayor de edad sirvió para calmar la controversia, puesto que este tipo de personas suelen aferrarse a sus ideales y no aceptar ninguna palabra en contra.
Mientras algunos pensaban que todo se había calmado tras varios meses, la pequeña cosplayer sorprendió recientemente al retomar el tema con una publicación en donde explicó más sobre la situación:
- «Pues bien, parece que esta fotografía está circulando de nuevo, así que me gustaría dejar en claro que: 1) Esta fotografía no está editada, simplemente estamos haciendo un cosplay estándar; 2) Esta es la habitación de “Rows (@rowsvee)”, así que esos son sus peluches; y 3) Yo hago principalmente contenido enfocado en mis músculos y abdomen».
Y continuó:
- Simplemente traté de hacer cosplay de Tatsumaki, una mujer adulta de baja estatura, con mi hermosa amiga. Estoy haciendo puchero y cruzada de brazos porque dicho personaje tiene un mal carácter. Yo no me tomo fotografías aprovechando mi “apariencia infantil”. De hecho, soy plenamente consciente de mi estatura, así que hago exactamente lo contrario. Hago contenido de gimnasia y fitness, actúo como una adulta, tengo una voz grave y una cadencia madura. Recuerdo constantemente a la gente mi edad, solo hago cosplays de personajes adultos. Si quiera complacer a pedófilos, hay muchas formas efectivas diferentes de hacerlo.
- Sobre los peluches, me gustaría subrayar que se trata de la habitación de Rows. No se nos ocurrió quitar los peluches de la escena porque “infantil” era lo último que se nos pasaba por la cabeza.
- Sobre que parezco una menor y que cualquiera que se sienta atraída por mí es un pedófilo, a mí esto me suena a la misma lógica errónea de “tiene 16 años, pero parece de 24 años, así que no pasa nada”. Dejando de lado de que no parezco una menor, la pedofilia está sorprendentemente determinada por la edad, no por la apariencia. No es inmoral porque los menores tengan un aspecto específico. Lo que hace que la pedofilia sea horrible es que los menores no tienen la capacidad de consentir. Yo puedo consentir, y no actúo ni parezco una menor de edad, así que sientete bien de sentirte atraído por mí.
Pero, ¿por qué la cosplayer empezó a hacer estas publicaciones? No es que ella quisiera volver a hacerse viral con estas fotografías (de hecho, ya había dejado de lado esto y continuado con su contenido de ejercicios y demás), sino que otra cosplayer la atacó abiertamente por su apariencia. Fue “Emily (@p12antangel)” quien retomó la conversación atacándola por la susodicha fotografía, escribiendo:
- «Yo también soy una mujer adulta de baja estatura y apariencia infantil, pero no me ves posando con medias de red al lado de mis peluches, y eso es porque lo quieras o no eso sería algo muy fetichista y no es moralmente correcto».
Al leer esta crítica de, ni más ni menos, otra colega cosplayer se entienden entonces varios de los puntos mencionados en las publicaciones de Yuki, especialmente la situación de los peluches. Según Emily, Yuki se tomó la fotografía “a propósito” con los peluches al fondo para dar la sensación de que ella es una niña y, por consiguiente, excitar a los pedófilos en redes sociales.
Por supuesto, para la comunidad de internautas esto fue una crítica completamente absurda, por lo que Emily comenzó a ser atacada constantemente no solo por los seguidores de Yuki, sino por otras mujeres de baja estatura (generalmente conocidas como “mujeres petite”) molestas porque fueron encapsuladas en el estereotipo de que “si te gusta una mujer pequeña, eres un pedófilo”. Al final, Emily tomó la salida fácil y decidió hacer privada su cuenta, por lo que la historia solo se puede rescatar a través de capturas de pantalla guardadas por la comunidad.
Fuente: @ywuukii en Twitter
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