Recientemente se cumplió el cuarto aniversario de la abrupta cancelación de “Act-Age“, un manga que prometía convertirse en uno de los grandes éxitos de la Weekly Shonen Jump. La serie fue cancelada en agosto de 2020 tras el arresto del guionista Tatsuya Matsuki, quien fue acusado de acercarse y tocar inapropiadamente a dos estudiantes de secundaria. Matsuki eventualmente fue condenado a 18 meses de prisión, pena que fue suspendida durante tres años, pero el impacto de sus acciones resultó en el fin inmediato de su carrera y la desaparición de un manga que estaba en la cúspide de su popularidad.
“Act-Age” había capturado la atención de muchos por su enfoque fresco y su narrativa sobre la vida en la industria del entretenimiento. Sin embargo, la cancelación del manga fue un golpe devastador tanto para los fanáticos como para los involucrados en su producción. La serie quedó incompleta, y la prometedora carrera de Matsuki terminó en desgracia.
Este aniversario ha servido para recordar a los fanáticos otro escándalo en la industria del manga, relacionado con Nobuhiro Watsuki, autor de “Rurouni Kenshin“. En 2017, Watsuki fue arrestado tras encontrarse en posesión de pornografía infantil, con múltiples DVD almacenados tanto en su oficina como en su hogar. Aunque Watsuki admitió su culpabilidad, no cumplió ninguna pena de prisión y solo fue multado con 200,000 yenes (alrededor de 1300 dólares). Después de una breve suspensión de seis meses, el autor reanudó su trabajo en la franquicia sin mayores repercusiones.
Mientras que “Act-Age” fue cancelado de inmediato, “Rurouni Kenshin” continuó prosperando. A pesar del escándalo, la editorial Shueisha siguió apoyando a Watsuki, lanzando nuevos proyectos relacionados con la franquicia, como adaptaciones musicales, películas live-action y un remake completo del anime que comenzó a emitirse en 2023. Esta actitud contrasta fuertemente con la decisión de eliminar “Act-Age” del catálogo de la Weekly Shonen Jump, mostrando que el prestigio del autor y la popularidad del manga pueden influir en cómo se manejan las consecuencias de sus acciones.
Lo que resulta aún más controversial para lo fanáticos es el apoyo que Nobuhiro Watsuki recibió de varios autores de manga reconocidos, incluso después de que se revelaran sus delitos. Figuras como Masashi Kishimoto (Naruto), Hideaki Sorachi (Gintama), Takeshi Obata (Death Note), e incluso Eiichiro Oda (One Piece), expresaron su respaldo al autor. Este tipo de apoyo no se observó en el caso de Tatsuya Matsuki, quien fue rápidamente condenado al ostracismo sin defensa alguna por parte de sus colegas.
La respuesta del público también ha sido dividida. Mientras que en Japón “Rurouni Kenshin” continúa siendo un éxito, en otras partes del mundo, la reacción ha sido muy diferente. Algunos fanáticos han optado por separar la obra del autor, disfrutando de la serie sin apoyar a Watsuki personalmente. Sin embargo, otros han decidido boicotear completamente la franquicia, exigiendo que se tomen medidas más estrictas contra el autor.
Este aniversario no solo recuerda el trágico fin de “Act-Age”, sino que también reabre el debate sobre cómo la industria del manga maneja los delitos cometidos por sus creadores. La disparidad en el trato entre Matsuki y Watsuki sigue siendo un tema de discusión entre los fanáticos, cuestionando si el éxito comercial debería estar por encima de la moral y la ética en la industria.
Fuente: The Escapist Magazine
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