lightbulb_outline ¡Advertencia! Esta reseña sobre Dorohedoro capítulo once contiene spoilers. Si aún no has visto el episodio, te recomiendo que vayas a checarlo y después regreses a leer la reseña.
Capítulo once
El episodio once está lleno matices argumentales bastante interesantes. Dorohedoro nos dió una joya de historia en esta entrega: la historia de En de la mano con la de la familia termina. Kaiman sigue en la misión de rescatar a Nikaido. Presidente es un gran aliado, aunque un poco egoísta, para que Kaiman intente huir con Nikaido, pero ésta decide no ir con él: “Quiero estar con En.” Así se desarrolló este penúltimo capítulo y en definitiva estamos esperando un gran desenlace.
En
Hasta ahora se nos había presentado a la familia En como una bola de asesinos sin corazón. Hemos aprendido sobre Noi, Shin, Ebisu y Fujita durante el desarrollo de la serie y ahora es turno de En. Siempre imaginé a En como un magnate engreído que disfruta del dolor ajeno hasta ahora. Nikaido, al igual que nosotros, dedica 5 minutos para conocer la historia de la familia gracias a una película producida por En. En no es quien creía, en efecto es un adinerado mago, sin embargo él ha construido su imperio desde la nada.
En nació huérfano, sus padres se habían convertido en hongos que para sobrevivir él tuvo que comer. Salió de ese hogar al ser robado y después vendido a una fábrica de humo. En esta fabrica explotaban a los magos en grandes maquinas que extraían su humo para después venderlo. Una vez que ya no tenías nada más qué producir simplemente se deshacían de los magos. En fue arrojado a un río cuando aún seguía con vida pero bastante debilitado. Un par de demonios confundieron su estado y creyéndolo muerto lo arrojaron al infierno.
Todo el dolor e ira de En impidieron que éste fuese consumido por el fuego ardiente convirtiéndose en uno de los magos más poderosos. Nuevamente fue encontrado por un par de demonios, pero esta vez alimentándose de hongos que él mismo producía con su magia en el infierno. Fuera del infierno regresó a la fabrica en donde había sido marginado y explotado destruyéndolo todo y formando a la familia. Los magos a los que había salvado se aliaron con él acabando con esas condiciones para otros magos.
La familia En
Hasta aquí todo es una historia de superación personal, justicia y hermandad pero pronto todo tomaría color. Comenzaron una serie de asesinatos en los que los magos perdían la cabeza de forma literal. En y su familia, siendo los justicieros del mundo mágico emprendieron la búsqueda del asesino que dejaba a los magos decapitados. La búsqueda siempre terminaba mal, uno a uno fueron muriendo. Tenji uno de los magos rescatados por él emprende la búsqueda de este hombre, pero dejando el trabajo de enfrentarlo a Noi y Shin. Como era de esperarse Tenji muere. Noi y Shin casi corren la misma suerte.
En llega al lugar y al usar su magia, el hombre con cruces en los ojos utiliza alguna especie de magia con la que hace sentir miedo a sus contrincantes, esa clase de miedo que te paraliza, haciendo que En convierta gran parte de la ciudad en hongos: “La muerte de los hongos”. En está en búsqueda de un mago que controle el tiempo para regresar seis años atrás y verificar que ese hombre murió en aquel accidente. Antes de que En saliera de ahí solo vio a un hombre sin cabeza entrar por una puerta. ¿Quién es ese misterioso hombre?
Nikaido no quiere regresar
Al terminar la cinta, Nikaido no puede evitar pensar en la relación de este hombre con cruces en los ojos y las condiciones en las que encontró a Kaiman. Ahora que tiene un contrato con En es aún más difícil intentar convencerla de irse. Kaiman se encuentra dentro del castillo de la familia En disfrazado de Paiman para rescatar a Nikaido, pero no espera encontrarse con esta sorpresa. Ante el desconcierto Kaiman se pregunta si debe rescatar a un mago que todo este tiempo intentó engañarlo sobre su naturaleza. Así de simple no es, cuando la encuentra él sólo decide ir por ella.
Nikaido corre tomada de su brazo pero se detiene y entonces Kaiman le declara que va a sacarla de ahí, sea por voluntad propia, sea a la fuerza. Ella no se irá, parece que hay algo, y no es sólo en contrato con En, que la detiene. Parece que Nikaido está convencida de que puede encontrar las respuestas que Kaiman ha buscado, sin pies ni cabeza, sin luz ni guía. Éste no está dispuesto a aceptar que Nikaido prefiere quedarse con En. Parece que el próximo capítulo comenzará con una batalla entre este par.
La familia En ya no representa lo mismo que representaba en un principio ni para Nikaido, ni para mí, ni para nadie. En y su familia pelean legítimamente en contra de la injusticia para los magos y las condiciones precarias en las que se encontraban. La conexión que Nikaido podría hacer entre Kaiman, el hombre con cruces en los ojos y la familia En podría ser fatídica. Hasta ahora Dorohedoro tejió sus argumentos monumentalmente. Los conflictos éticos están por desatarse.
Fujita en conflicto
Al comienzo de este penúltimo episodio de Dorohedoro, Shin está apunto de matar a quien lo ayudó en el pasado y reconstruyó sus brazos. Shin no sabía que se había topado con el doctor que hizo posible que él usase su magia. Una vez que lo reconoce admite que no puede matarlo, le debe la vida. Fujita no puede con esta serie de acontecimientos: Nikaido convertida en un integrante de la familia y por ende gana inmunidad y ahora los prisioneros de En salvados porque Shin les debe una.
Fujita puede ser un poco bruto y tarado, pero su sentido de lealtad lo compromete con su ya fallecido amigo a repudiar estos acontecimientos. Ebisu se ha convertido en su incondicional compañera, sin embargo aún falta terminar de hilar su relación con Kaiman. Seguramente Fujita aún no entiende que la lealtad es quebrantable ante el compromiso moral que se adquiere una vez que alguien te ha extendido la mano en el peor momento, aún así sea tu actual enemigo.
Conclusión
Los conflictos que ha tejido Dorohedoro convenientemente seguramente tendrán un enlace inesperado para el capítulo final. Los bandos no definen a las personas ni sus actos. Los actos no definen los pensamientos de cada individuo. La serie de decisiones que tomamos son resultado de una circunstancia específica que no nos obliga, pero sí nos determina. Las opciones son variables, eso es verdad, pero ni ellas, ni las determinaciones representan todo el espectro de lo ético y lo moral. Esta es en definitiva la lección más importante de este anime.
Los errores, aciertos y equivocaciones no son más que representaciones de esa serie de circunstancias en las que nos encontramos, sin embargo no atrapan lo que somos. Los doctores, Nikaido, Kaiman, En, Noi, Shin, Fujita y Ebisu tienen en común la nobleza del alma. Unos humanos, otros magos, todos con buenas y malas decisiones. Qué es el hombre, qué es el alma, qué es la historia y qué la circunstancia son preguntas que quedan abiertas al público y que la serie maneja magistralmente en esta historia distópica.
Estoy segura de que un sólo capítulo no puede resolver todo lo que esta temporada ha dejado abierto a discusión y que nos dejará pidiendo sedientamente una segunda parte. El trabajo realizado por todo el equipo detrás de cada detalle en el anime debe ser reconocido pues ha dado a una joya irrepetible esta temporada. Sin duda alguna Dorohedoro es una serie que vale muchísimo la pena buscar por debajo de las piedras si es posible.
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