lightbulb_outline ¡Alto! Esta reseña sobre Fairy Gone contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.
Capítulo 9: Piedras rodantes y siete caballeros
El comienzo del capítulo 9 de Fairy Gone nos situa al «Palacio Imperial» en Rondacia. Las acciones del duque Hybranz en el incidente anterior, al proteger al primer ministro, son elogiadas por el emperador de la Zesskia Unificada, Castal Harol. El primer ministro se encuentra agradecido con el duque, a la vez que le desconcierta la inacción del duque Kal-O, Ray Dawn, durante el incidente. A modo de recompensa, el emperador le ofrece al duque Hybranz lo que desee, y Diese pide algo sin pensarlo mucho: un «Arma Hada».
La elección del duque Hybranz sorprende a todos, pero aún así se concede su petición. Se acuerda entregarle el «arma hada» Fratanil, dejando a Dorothea a cargo del transporte hasta el territorio del duque. De este modo, Free, Maria y varios compañeros de la «Agencia de Regulación de Hadas» se ponen en marcha hacia Hapstadt. Mientras tanto, en el cuartel general de Dorothea, Robert interroga a Ted sobre su relación con Arcame.
Después de unas horas, el tren en que se transporta el «Arma Hada» Fratanil es atacado. El responsable es el coronel Beevee Liscar, un antiguo miembro de los «Siete Caballeros» y ahora líder de una banda de mercenarios. El coronel demuestra su superioridad en combate, al vencer fácilmente a Ozz y a Free; es un «soldado hada» bastante fuerte y, además, posee un «Arma Hada», lo que lo hace un oponente duro para Dorothea.
Maria no puede hacer mucho contra los enemigos, y recibe el apoyo de sus compañeros. Sin embargo, la protagonista es vencida, obligando a Ozz a protegerla. El reservado miembro de Dorothea intenta poner a su compañera a salvo, pero termina gravemente herido en el proceso. Beevee elogia la tenacidad del hombre, pero lamenta que jamás podrá recuperarse por completo de sus heridas. De esta manera, en un acto de compasión, el coronel le da el último golpe. Ozz muere mientras Maria sostiene su mano.
Opinión
El capítulo 9 de Fairy Gone es una entrega emocionante y trágica a la vez. Está llena de acción, con escenas de pelea perfectamente animadas, que te mantiene sin parpadear durante minutos. Pero lo que más destaca de este episodio no es solo la acción, sino el inesperado final que nos regaló. La muerte del amable pero reservado Ozz Mare. Un personaje que con pocas apariciones y prácticamente sin diálogos se gana al espectador con sus amables gestos. Sinceramente no esperaba que un personaje como Ozz muriera.
En el apartado técnico, este capítulo es la entrega de Fairy Gone con mejor animación hasta ahora. Esto se nota especialmente en las escenas de pelea, que, aparte de seguir siendo fluidas, el dibujo se ve mucho más detallado. Es bastante común que en escenas con movimientos rápidos como los que se ven durante una pelea, el nivel de detalle del arte se ve disminuido. No obstante, en este episodio, la calidad es bastante alta, y no se notan cambios entre el arte en las escenas más lentas y las más rápidas.
Los «Siete Caballeros»
El capítulo 9 de Fairy Gone revela un aspecto más de la vida de los habitantes de este mundo de fantasía. Como sabemos, un aspecto importante dentro de esta serie es la guerra. Aún cuando hay paz, las sombras de una guerra pasada siempre van a afectar el presente. Ya lo vimos con las rebeliones, los intentos de magnicidios, la ausencia de «Imaginarios de Hadas» y, en general, el sumo cuidado que le da el gobierno a los asuntos referentes a las hadas. Pues bien, la información que nos revelan ahora es la existencia de los «Siete Caballeros».
Lo que nos dicen sobre ellos no es mucho. Se podría inducir, dada una frase que se escucha en el capítulo, que son considerados héroes. No se sabe en que criterios se basaban para elegir a sus camaradas, sin embargo, se conocen algunas personas que siguen formando parte del grupo: Ray Dawn, Nein Auler y Beevee Liscar. A los «Siete Caballeros» se les confiaron las llamadas «Armas Hadas», que son poderosas armas que, en palabras de Free, son el enemigo natural de las hadas.
Son estos artilugios los que llaman más la atención. Como mencioné en la reseña del primer capítulo, la historia y la ambientación de Fairy Gone me recuerdan a algunas series. La existencia de un arma capaz de ponerse a la par de unas criaturas absurdamente poderosas, es un recurso que se usa mucho. En particular me recuerda a Owari no Seraph, serie que ya había comparado con Fairy Gone en la primer reseña. Pues bien, son las «Armas Hadas» las que otorgan otra similitud con dicha serie.
En Owari no Seraph se usan espadas demoníacas que son capaces de matar a poderosos vampiros. Esta hazaña sería técnicamente imposible para un humano sin la ayuda de estos artefactos. Si bien existen similitudes, no creo que vayan a llevar tan lejos la idea de las «Armas Hada». Incluso, no se han mostrado con poderes con efectos llamativos. Si bien este recurso podría equilibrar el campo de batalla, en lo personal lo sentí demasiado forzado. En episodios anteriores no hay pistas de su existencia, o siquiera una mención que nos adelantara su existencia. ¿Ustedes recuerdan alguna alusión a las «Armas Hada»?
La chica maldita
Después de varios episodios sin que la historia se centrara en Maria, el capítulo 5 de Fairy Gone nos ha contado un poco más sobre ella. Nos remontamos a un momento del pasado de Maria, que al parecer está situado luego de que Ray Dawn incendiara su pueblo, poco después de separarse de Ver. Nuestra protagonista logra escapar de sus perseguidores, sin embargo, queda en condiciones físicas precarias. Entonces, es rescatada por un cazador, que le cura y le brinda albergue.
Este hombre de nombre Victor, cuida de Maria durante años. He aquí el origen de las habilidades de cazadora de Maria, y su destreza con el arma larga que siempre lleva consigo. Infortunadamente, Victor muere debido a una enfermedad. Y así, nuevamente, nuestra protagonista pierde a un ser querido.
Para Maria, la suerte que le acompaña nunca ha sido la mejor. Sin embargo, creo que hay distintas maneras de verlo. En primer lugar, a Maria siempre ha tenido personas que se preocupen por ella. Desde Ver, hasta Free y sus compañeros de Dorothea. Entonces no podemos decir que su suerte haya sido mala, ya que no sufrió como lo hizo Ver luego de su escape.
Sin embargo, y en segundo lugar, el dolor que ocasiona la pérdida de un ser querido es bastante grande. Si bien muchas personas se preocupaban por Maria, ella vio a todas partir, quedando un hueco en su corazón. Y sin olvidar que ella tiene la creencia que todas esas muertes son ocasionadas por alguien en concreto: ella misma. Este trauma que le han dejado tantas pérdidas, le ha hecho cree que en verdad es una niña maldita. Sumemos a ese trauma que Ozz, una persona que conoció en su nuevo »hogar´’, murió queriendo protegerla. Una bomba de tiempo.
Los enemigos
Beevee Liscar es el principal antagonista del capítulo. A su vez, y de manera indirecta, el duque Hybranz es también responsable de todo lo acontecido. En episodios anteriores ya habíamos visto a Beevee y a su mano derecha Sofi, interactuando con Wolfran en una fábrica de «Hadas Artificiales» ilegal. Entonces, dado lo anterior, lo más natural sería pensar que Arcame está involucrado en el ataque al tren. Incluso es obvio, ya que el capítulo nos deja en claro que Beevee, el duque Hybranz y Wolfran tienen rol papel dentro de ese plan.
Por otra parte, también hemos visto a Wolfran llevar información a Ray Dawn sobre los planes de Diese. Entonces, tenemos una cosa segura: aquí hay una traición. La interrogante es sobre si Wolfram esta actuando solo o es el mismo Arcame que intenta traicionar a Diese. La trama se enreda más y más a cada momento.
Conclusiones
El capítulo 9 de Fairy Gone ha sido una grata sorpresa. Lleno de acción y drama, acompañado por una muy buena animación, que supera a la de episodios anteriores. Esta vez no tengo ninguna objeción respecto al desarrollo ni al aspecto técnico. Sinceramente me ha encantando. La muerte de Ozz le ha dado a la serie un toque dramático excepcional. El espectador logra sentir el dolor que estaba sufriendo con cada herida que recibía. Y esa última sonrisa amable que le regala a Maria para tranquilizarla fue sublime. Casi derramo lágrimas con la última escena.
En fin, creo que este es el mejor capítulo hasta ahora de Fairy Gone. Después de un comienzo lento, la serie se comienza a levantar y a sorprender a todos aquellos que tuvimos la paciencia de seguirla semana a semana. ¿Qué les ha parecido el capítulo 9 de Fairy Gone?
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