Reseña | Fruits Basket 2 – Capítulo 9

“Mi preciada…” Fruits Basket 2 capítulo nueve da inicio con un monologo de Kyou, sus sentimientos comienzan a filtrarse. Tal como lo ordeno Akito, Kyou es convocado al anexo, pese a la alegría de Tooru por esto, Kyou sabe que no será un asunto alegre. El encuentro con Akito es tal como se esperaba, el … Saber más

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lightbulb_outline ¡Advertencia! Esta reseña sobre Fruits Basket 2 capítulo nueve contiene spoilers. Si aún
no has visto el episodio, te recomiendo que vayas a checarlo y después regreses
a leer la reseña.

©高屋奈月・白泉社/フルーツバスケット製作委員会

“Mi preciada…”

Fruits Basket 2 capítulo nueve da inicio con un monologo de Kyou, sus sentimientos comienzan a filtrarse. Tal como lo ordeno Akito, Kyou es convocado al anexo, pese a la alegría de Tooru por esto, Kyou sabe que no será un asunto alegre. El encuentro con Akito es tal como se esperaba, el abuso psicológico deja en mal estado a Kyou, pero no lo suficiente para que este no se aferre a su última esperanza, finalmente reconoce sus sentimientos pero al mismo tiempo los desecha. Después de “aceptar” su destino, Kyou deja el anexo y va en busca de Tooru, a pesar de todo, él aun desea pasar el tiempo que le resta de libertad con ella.

Un monstruo

Este episodio se cargó de un sentimentalismo que difícilmente podremos olvidar, después de 10 años desde la primera vez que lo leí en el manga aún sigo sin superarlo, fuimos testigos de dos caras de una moneda, amor y desprecio, el papel de Kyou como el nahual del gato no es un estigma que pueda ser borrado fácilmente, el peso que ese papel tiene es excesivamente grande para un muchacho tan lastimado. Nuevamente nos invitan a pensar en Akito como el apuntador de todo lo malo, “el villano”, con su intransigencia no duda en señalar las culpas y los errores de otros, evita hábilmente que se le culpe a él de ello, después de todo tiene sentido que no sea su culpa, los ha manipulado para que así sea.

Los ataques son duros, los traumas de Kyou se originan en la muerte de su madre y eso lo comprende, quizás mejor que nadie, el propio Akito, la raíz de todos sus sufrimientos nace en el momento en que su madre decidió pasar a mejor vida, dejándole atrás con el estigma de ser quien la orillo a eso… por ser un monstruo. Ese estigma no pudo ser quitado por nadie, nunca hubo alguien que le aceptara por completo, excepto Tooru. La aceptación de Tooru no es gratuita, no es que ella no le temiera o no le importara su apariencia, simplemente es que su necesidad de traerlo de vuelta supero todo aquello, pero eso no es algo que los demás puedan entender, no es algo que Akito pueda ver.

No obstante, el precio a pagar por ser salvado es ver a su salvadora siendo usada e insultada, Akito no tolera que se salgan de su control y para mantenerlos en “su sitio”, es capaz de emplear cualquier método, intimidación incluida, el enfatizar el aspecto monstruoso de Kyou hace que Akito demuestre su superioridad y lo orilla a abandonar sus ilusiones, en esta vida él no tiene permitido amar a nadie, pero esto no es algo de lo que Akito deba convencerle, él mismo ya lo tiene claro. El pasado de Kyou nos brinda un vistazo a su relación con Kyoko, a una frase que ha encadenado su ser, él no puede amar a nadie, en especial a Honda Tooru.

“Te amo…”

En el corazón no se manda, es verdad que Kyou se ha hecho dolorosamente consiente de que no puede amar a Tooru, sin embargo eso no ha logrado evitar que desde el fondo de su ser la anhele. Esta es la primera declaración de amor verdadera en esta historia, estos son verdaderos sentimientos románticos hacia otra persona. Kyou no ama a Tooru como un chiquillo persiguiendo los vestigios de un amor primario, él la ama como un hombre que anhela por una mujer.

Sería muy sencillo atribuir este
sentimiento al agradecimiento, después de todo ella salvo su corazón, sin
embargo el agradecimiento no está ni remotamente cercano a lo que Kyou ha
expresado por Tooru. La mera existencia de ella es suficiente para él, como
cualquier hombre que anhela siente la necesidad por cumplir los deseos de ella,
su felicidad prioriza su lista de alegrías, todo en torno a ella es importante
y especial, incluso algo tan simple como ser llamado por su nombre.

Aunque este no es un amor “ágape” –a falta
de mejor palabra-, sino un amor “eros”, las circunstancias y sus propias
cadenas han hecho que Kyou abandone los deseos que vagamente se había planteado,
haciendo que en consecuencia decida hacer las cosas no por él sino por ella. A través
de este “abandono” nos ha regalado una de las muestras más puras de amor hacia
otro, pues no está abandonando su tiempo presente con ella, ya que el futuro es
imposible tomara el presente para llenarse de ella. Esto es una demostración de
verdadero amor, pues no piensa abandonarla hasta que se vea obligado a ello,
aunque el hacer recuerdos juntos solo signifique más dolor en el futuro, él
solo está pensando en no dejar memorias amargas antes de la partida.

La esperanza
que abandone, o quizás no…

El amor de Kyou tampoco es gratuito, es
un hecho irrefutable que Tooru salvo su corazón aquella noche que le siguió aun
después de ver su verdadera forma, pero también es innegable que desde antes existía
una conexión entre ambos. Aunque me encantaría enlistar los preciosos momentos
Kyou x Tooru que nos brindó la primera temporada antes de la fatídica noche, me
voy a  limitar a hablar de una conexión aún
más antigua, me refiero al pequeño Kyou y Kyoko. En efecto, la conexión que
inicio todo no es otra que la que comparten Kyoko y Kyou, me imagino que no fue
ninguna sorpresa averiguar la conexión de este par, lo que quizás si nos pudo
sorprender es esa frase tan contundente: “No
te lo perdonare
”. Aún es muy pronto para entender el verdadero significado
de esto, pero de momento nos queda claro que es una pesada cadena en el corazón
de Kyou, tan pesada que no le permite imaginar un futuro con Tooru
independientemente de la maldición y su destino.

Más arriba hablamos del peso que tuvo el
suicidio de la madre de Kyou en su desarrollo, aunque solo desde la perspectiva
del estigma de ser un monstruo. Además del estigma, la muerte de su madre despertó
un terrible pesar en Kyou: “¿Por qué no
soy yo quien murió?”.
La pérdida de su madre le abrió los ojos a una idea
que es peligrosa cuando se le da muchas vueltas: la vida implica
sacrificios, quizás el sacrificio de alguien más. Para vivir a veces
necesitamos pasar por encima de alguien más, y estos sacrificios no podemos
compensarlos, ni siquiera sabríamos como hacerlo para empezar. Esta idea se
incrusto en la mente de Kyou y se amplió con cierto incidente, dejándole incapaz
de aferrarse a ninguna esperanza. Hasta que conoció a Tooru, sin notarlo ella creció
fuertemente en su corazón, se volvió la luz que ilumino su obscuridad, ella le permitió
creer.

Comentario
final

Fruits Basket 2 capítulo nueve ha sido un episodio genuinamente conmovedor, en el segundo que inicio yo ya estaba llorando, claro que eso fue sobretodo porque yo sabía lo que venía y es algo que en mi corazón anhele ver animado por más o menos 10 años. No hay mucho que les pueda decir que no haya intentado expresar líneas arriba, todo en el capítulo ha sido abrumadoramente emotivo, la animación ha estado a la altura de mis expectativas, el juego con los colores de negro a cálidos ha sido perfecto, han sabido retratar muy bien las emociones. Pero el detalle que he apreciado en demasía es la excelencia de actuación de voz de Uchida Yuuma, ha trasmitido los sentimientos de Kyou de manera soberbia.  

Antes de cerrar esto debo expresar mi alto nivel de fangirlismo que siento por finalmente ver este momento animado, el momento exacto en Kyou se hace consiente de sus sentimientos es, por gran diferencia, mi momento Shōjo favorito. No creí que verdaderamente llegaría el día en que vería esto animado, muchas de mis lágrimas seguramente fueron por sentir que uno de mis grandes anhelos finalmente se hacían realidad. A partir de ahora nos aguardan grandes y hermosos momentos Kyou x Tooru, y créanme cuando les digo que ya los estoy anticipando.

En fin, esta ha sido mi impresión de este capítulo, díganme: ¿Qué les ha parecido este episodio? ¿Cuál fue su reacción al ver los sentimientos de Kyou finalmente expuestos? ¿Han notado que el control de Akito está basado en el miedo y el odio, mientas que la ayuda de Tooru se basa plenamente en su cuidado y cariño casi maternal? Si su respuesta es sí, entonces supongo que ya notaron los primeros síntomas del desprendimiento del control de Akito, Yuki es quien lo ejemplifica mejor en este episodio, pues es capaz de contestarle de frente e incluso mentirle. En consideración a ello ¿Cuál creen que sea el siguiente movimiento de Akito para no perder? El siguiente episodio será otro duro golpe al corazón y finalmente conoceremos más de Akito y su papel en el zodiaco.

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Fuente: Somos Kudasai

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