lightbulb_outline ¡Advertencia! Esta reseña sobre Fruits
Basket capítulo catorce contiene spoilers. Si
aún no has visto el episodio, te recomiendo que vayas a checarlo y después
regreses a leer la reseña.
Es un secreto
Está por
cumplirse un año tras la muerte de la madre de Touru, y mientras ella se
prepara para visitar su tumba descubre más sobre el pequeño Momiji. La curiosidad
de Touru por conocer más sobre la familia del conejo deja en evidencia la
triste verdad de sus constantes apariciones en el edificio donde labora. Momiji
es parte de los signos zodiacales que son rechazados por sus padres. La madre
de Momiji no soporto las transformaciones de su hijo y acabo perdiendo la
cordura hasta que finalmente le fueron quitados todos sus recuerdos sobre su
hijo. Desde entonces Momiji solo puede verla desde lejos, al igual que a su
pequeña hermana. El día de la visita a la tumba de la madre de Touru llega y
tanto Yuki como Kyou la acompañan. La visita se lleva a cabo en tranquilidad
pero deja al descubierto un misterioso sentimiento que carga Kyou.
Sin embargo
la vuelta a casa trae aún más cosas a flote. Yuki descubre la gorra que tanto
atesora Touru y esto despierta recuerdos en él. Además Kyou pronuncia unas
misteriosas palabras a una durmiente Touru: “Lo lamento”.
Atesoremos el recuerdo
“No creo que haya recuerdos que esté bien olvidar. Ni uno.” Con esta potente frase arranca Fruits Basket capítulo catorce. He pensado, incluso más de una vez, que estaría bien olvidar algunos recuerdos, pero quién no lo ha hecho. La vida está repleta de momentos dolorosos, la idea de vivir con esos recuerdos es aterradora. Pero al mismo tiempo, resulta igual de aterrador pensar en que esos recuerdos desaparecerán. El dolor y las cicatrices emocionales son parte de lo que somos, olvidarse de ese sufrimiento es igual a negarse a uno mismo. Momiji eligió no olvidar, porque él quería que su madre hiciera lo mismo. Él lo llama un deseo egoísta, yo lo llamo un anhelo de amor maternal, era solo un niño. La vida constantemente nos pone a prueba, pero ¿está bien olvidar cuando la prueba nos sobrepasa?
He de
admitir que el caso de Momiji desde siempre me ha generado mucho dolor,
sobretodo porque no puedo culpar a nadie. Bueno, a nadie excepto a la maldición.
El propio Momiji lo explica, creces, te enamoras, te casas y das a luz al hijo
producto de ese amor, ¿cuán devastador debe ser para una madre que su hijo se
transforme al segundo de abrazarlo por primera vez? No debe ser sencillo
asimilar que ese es tu hijo, ni siquiera es humano. Finalmente ella cayó en la desesperación,
no pudo aceptarlo. Su mente enfermo más allá de toda cura, la prueba es su
intento de suicidio. Quizá la decisión del padre de Momiji fue precipitada pero
en ese momento realmente era lo único que podían hacer por ella. No todos los
humanos puedes sobreponerse a la adversidad, existe la debilidad de espíritu.
El pasado siempre te alcanza
Seguimos girando
hacia atrás, esta vez para introducir algo de intriga. La gorra azul continua
haciendo eco en la historia, esta vez fue por Yuki. Desde el principio yo les
dije que la gorra era importante, la historia detrás de ella ya nos la narro
Touru. El quien será el dueño de la gorra es un misterio que quizá más de uno
ya habrá resuelto. Lo que puedo adelantarles es que la historia de esa gorra aún
no ha sido revelada al completo y cuando lo haga, más de uno llorara, incluyéndome.
En fin, el
pasado sigue acercándose aun cuando nuestros chicos tratan de huir de él. El aniversario
de la muerte de Kyoko trajo algunos recuerdos agradables por parte de Uotani y
Hanajima. Siempre me divierten los guiños a la época rebelde de Kyoko, eso
hasta que recuerdo toda la historia. Pero bueno, ese pasado no es el que nos
ocupa, sino aquel que Kyou guarda celosamente. Hay muchas razones para sentir
arrepentimiento frente a la tumba de alguien, pero ¿por qué la sentirías frente
a la de un desconocido? Eso es porque aquel no te es tan desconocido.
En efecto,
yo he leído el manga de ida y vuelta, conozco la razón de ese: “Lo lamento”,
pero decirlo aquí seria quitarles un momento destinado a ser impactante. Así pues,
me reservo la respuesta, pero los dejo con esto: la mama de Touru murió en un
accidente, un fatídico y trágico accidente, y nadie podía haberlo evitado; después
de todo eso tienen los accidentes, son impredecibles. Dicho esto, lamentemos
que Kyou casi nos infarta con ese acercamiento a Touru dormida, para que al
final solo nos dejara sumidos en la zozobra. El pasado se acerca a paso firme, pero el
romance se sigue resistiendo.
Renovando el opening y el ending
Como suele ser costumbre en los animes de temporada completa (24-26 capítulos) al llegar a la mitad renuevan sus temas de apertura y cierre. Fruits Basket hace lo propio al sustituir ‘Again’ de Beverly por ‘Chime’ de Ai Otsuka y ‘Lucky ending’ de Vickeblanka por ‘One Step Closer’ de INTERSECTION. El opening pasó de ser un tema digno de un buen drama, a un enérgico inicio. Desde la música hasta lo visual dan un sentimiento de superación. “Toda lluvia está destinada a detenerse”, ese tipo de mensaje me transmite. Además de que la adición de nuevos personajes al intro me ha dejado encantada. Me comen las ansias por ver a Kisa y Hiro, también a Ritsu la verdad.
Aunque admito
que voy a echar de menos ‘Lucky ending’, ‘One Step Closer’ me ha dejado muy
satisfecha. Musicalmente hablando es una pieza tranquila y diría que hasta nostálgica.
Pero en lo que destaca el ending no es en su música sino en su visual. Muy diferente
a su anterior, este ending parece un hermoso cuento ilustrado. La técnica empleada
no dejo de remitirme a la belleza del stop motion que me enamoro de Rilakkuma y Kaoru. Sumado a ello, la inclusión
de todos los animales del zodiaco que conoceremos en esta temporada, hace de
este ending todo un paseo emocional.
Comentario final
Fruits Basket capitulo
catorce, es por sobretodo un episodio destinado a hacernos sentir. Momiji es un
pequeño tan adorable que cuesta trabajo creer que ha sufrido tanto. Pero ahora
es más evidente que la maldición de los Souma está destinada a ser el motivo de
muchas cicatrices emocionales. No me cansare de repetir que esta historia
tocara fibras emocionales muy fuertemente. En este punto es posible que muchos estén
detestando a la madre de Momiji, y al padre también, y está bien si así quieren
hacerlo solo les diré: ellos no son los peores, aún queda mucho por ver.
No me puedo ir sin dejar mi profundo amor hacia la lucha de Touru. Este personaje es tan grande en tantos aspectos que es difícil no amarla. Pero apropósito de no dejar los recuerdos, quiero que recuerden esto porque será motivo de una lucha interna en nuestra amada protagonista más adelante, pero descuiden eso todavía es mucho, mucho más adelante. Pero reserven todas estas piezas al rompecabezas de Touru, incluyendo su poca comunicación y casi indiferencia al hablar de su padre.
Finalmente los dejo con mis preguntas de siempre: ¿Qué les ha parecido este episodio? Si estuvieran en el lugar de la madre de Momiji ¿Aceptarían borrar sus recuerdos? ¿Qué les han parecido el nuevo opening y ending? ¿Qué clase de arrepentimiento creen que cargue Kyou?
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