lightbulb_outline ¡Advertencia! Esta reseña sobre Kimetsu
no Yaiba capítulo veinticinco contiene
spoilers. Si aún no has visto el episodio, te recomiendo que vayas a checarlo y
después regreses a leer la reseña.
Episodio
25: Kanao Tsuyuri, Tsuguko
Esta semana en Kimetsu no Yaiba capítulo veinticinco continuamos con el entrenamiento de Tanjiro, quien progresivamente va obteniendo avances en la técnica de respiración completa, esto termina acarreando a Zenitsu e Inosuke quienes vuelven a entrenar, pero ellos no son los únicos que observan a Tanjiro, Kanao también lo hace. Es en medio de esto que podemos ver un flashback a la infancia de Kanao, ella fue vendida por sus padres y posteriormente rescatada por las hermanas Kocho, ellas le dieron un hogar e incluso un método para tomar elecciones cuando no hubiera quien le dijera que hacer. De vuelta al presente, finalmente el entrenamiento da resultados y Tanjiro vence a Kanao, la recuperación está casi completada por lo que pronto todos podrán partir a una nueva misión.
Solo
queda seguir entrenando
Si hay una sola cosa que resulta evidente esa es que nadie mejora si no pone esfuerzo en ello, así que el entrenamiento no solo es la ruta más obvia si no también la más atinada para cumplir las metas del mayor de los Kamado; la fuerza no es algo que simplemente aparece, se trata de todo un proceso de construcción el poder alcanzar niveles más elevados. Aunque siendo justos esto es algo que Tanjiro no ha dejado de lado en ningún momento, sin importar el cansancio o el dolor, él ha sido el único que no ha abandonado el entrenamiento, e incluso se ha puesto metas más altas.
Por otro lado tenemos a Zenitsu e Inosuke, aunque sabemos que Zenitsu tiende a escapar de aquello que requiera un sobreesfuerzo, él mismo acaba por sentirse mal por estar escapando. El caso de Inosuke es más bien un tema de orgullo, la derrota en el monte Natagumo lo dejo con muchos sentimientos difíciles de procesar, entre ellos la incertidumbre de conocer sus límites, aunque finalmente es su mismo orgullo lo que lo trae de vuelta, pues sabe que debe fortalecerse más que Monitsu y Kompachiro. Con diferentes sentimientos, pero una misma resolución, ambos regresan al entrenamiento y dan todo de sí para alcanzar a Tanjiro.
De todo esto nació una observación que de alguna manera ya intuía, Tanjiro no sabe enseñar; a pesar de que uno de sus ideales era aprender para después enseñarles lo aprendido a sus compañeros. Esto resulto en un imposible, ya que el mayor de los Kamado carece completamente de habilidades pedagógicas. Por suerte Shinobu está ahí para salvar la situación, en el anime solo la vemos brindando motivación a Zenitsu e Inosuke usando sus debilidades, mujeres y orgullo respectivamente. Sin embargo en el manga si podemos apreciar que Shinobu es de hecho una excelente mentora y sus explicaciones son sencillas de comprender.
Azar,
destino y decisiones
Ahora hablemos de la chica que da título a este episodio: Kanao, ella resulta ser una persona desafortunada, nació en un ambiente de carencias y sufrió por ello, al punto en que algo dentro de ella acabo quebrándose para así evitarle el dolor. Cuando fue vendida ya no experimento dolor o sentimiento de abandono, tampoco podemos decir que se alegrara cuando fue acogida por las Kocho, más adelante podemos ver que su caso es tan grave que ni siquiera es capaz de tomar decisiones por sí misma.
Quizá en otras circunstancias esto pudo ser tomado como ventaja por gente de mala fe, pero por fortuna Kanao acabo siendo acogida por las Kocho. Ambas hermanas la recibieron como a una de ellas, he incluso le permitieron ser incapaz de elegir, a cambio se le fue dado un método de elección: tirar la moneda. Esta tan solo fue una solución temporal, cuando el momento llegue Kanao abrirá su corazón por sí misma.
Un tema que me gusta y me
apasiona es el destino, y lo traigo a colación a propósito de Kanao por el
interesante método de elecciones que tiene. Aunque a primera vista parece ser
simple azar, lo cierto es que el azar no pierde esencia de ‘lo destinado’. No los
aburriré con toda una disertación sobre lo contingente y lo necesario, pero si
quiero apuntar el hecho de que, al menos dentro de esta historia, las cosas sí
parecen seguir un camino trazado. Que Kanao se encontrara con las Kocho y estas
fueran cazadoras, no es casualidad; que al crecer se encuentre con Tanjiro, no
parece ninguna nueva casualidad, de hecho apunta a ser algo necesario para su
propio crecimiento como bien apunto Kanae, aunque no necesariamente tiene que
estar relacionado con el romance este crecimiento. Creo que el destino está muy
conectado a las decisiones que Kanao enfrentara en el futuro.
Comentario
final
Kimetsu no Yaiba capítulo veinticinco ha sido un episodio lleno de humor, lecciones sobre el esfuerzo y una preciosa remembranza acerca del pasado que nos conecta con el futuro. Y aunque ha sido un capítulo divertido en su gran mayoría, al final ha quedado la nota amarga del vistazo a la nueva misión que viene por delante, misión que definitivamente no alcanzaremos a ver en esta temporada, ya que el anime finaliza este sábado. Adiós a nuestros posibles descubrimientos acerca de la danza del Dios del fuego con Rengoku.
En fin, no cerremos esto con lamentos y mejor recordemos algunos de los mejores momentos del episodio, como lo fueron: Zenitsu en su papel de Blancanieves platicando con su gorrión, Inosuke ‘estoy mamadísimo’, Hanazekura y sus instintos asesinos, Tanjiro perdiendo la concentración y siendo azotado por tres lolis, Shinobu la mejor coach del anime, Kanae siendo Kanae y nuevamente a Inosuke en su papel ‘tengo katanas nuevas, pero les falta estilo’.
Finalmente, es tiempo de cerrar con esto, no sin antes preguntar: ¿Qué les ha parecido este episodio? ¿Cuál fue su momento favorito del capítulo? ¿Creen que podemos esperar una segunda temporada en un futuro cercano?
La entrada Reseña | Kimetsu no Yaiba – Capítulo 25 se publicó primero en Kudasai.