lightbulb_outline ¡Advertencia! Esta reseña sobre Kimetsu
no Yaiba capítulo cuatro contiene
spoilers. Si aún no has visto el episodio, te recomiendo que vayas a checarlo y
después regreses a leer la reseña.
Episodio 4: Selección final
El entrenamiento ha
concluido, y ahora, Tanjiro deberá enfrentar la selección final. Con la
bendición de Urokodaki, no tarda en partir rumbo a su destino. La prueba se
llevara a cabo en el monte Fijukasane, y consistirá en sobrevivir durante 7
días en la montaña en donde habitan demonios. Lo primero que Tanjiro determina
es que debe sobrevivir las noches y estar cerca del lado este, ya que amanecerá
antes. No tarda mucho en toparse con dos demonios, sin embargo consigue
eliminarlos sin mucha dificultad. El problema real inicia cuando un demonio
deforme aparece, este guarda rencor contra Urokodaki por lo que está
determinado a asesinar a todos sus discípulos, Tanjiro incluido. El demonio es
fuerte, pero al final es Tanjiro quien sale victorioso del enfrentamiento.
“No entrene en vano”
No hay sensación más
gratificante que la de ver que tus esfuerzos no han sido en vano, esto es justo
lo que experimenta Tanjiro. Tras dos años de entrenamiento al fin pudo partir
la roca y ser reconocido por Urokodaki para presentarse en la selección final.
Ciertamente haber partido la roca era una clara señal de avance para nuestro
protagonista, sin embargo no fue suficiente prueba para él. Obviamente se
sintió reconocido por su maestro, al punto de las lágrimas. Pero aun con ello
no podía terminar de encajar su propia fuerza. Necesito de un último empujón
para hacerlo. Ese, por supuesto, fue su batalla contra los dos primeros
demonios. En el pasado no había conseguido hacerle frente a uno solo, tampoco
tuvo la fortaleza para asesinarle. Sin embargo esta vez fue diferente, lucho no
contra uno, sino contra dos y aun así salió victorioso.
Entonces, ¿qué ocurre en esta batalla?, ¿qué ‘despierta’ en Tanjiro? Eso sería, confianza. Como dije, él aun no terminaba de asimilar su propia fortaleza. El entrenamiento rinde verdaderos frutos cuando lo alimentamos con la confianza de una victoria. Eso es precisamente lo que nos dieron en este episodio, y no una sino dos veces. Sí, Tanjiro derroto a los dos demonios y eso levanto su moral, pero también se enfrentó al asesino de sus guías.
Saber que Sabito y Makomo están muertos, no fue una sorpresa del todo; en cambio, saber que murieron a manos de un demonio con un fuerte rencor hacia Urokodaki, eso sí me tomo en curva. Como resultado, Tanjiro no solo se llenó de rabia por el brutal asesinato de sus compañeros, también debió sentir la pena que todo esto ha supuesto para su maestro. Por otro lado, su segunda victoria no fue para ganar confianza, fue personal, fue para establecer que ahora tiene la fuerza para proteger, o vengar, a sus seres queridos.
Un
rencor de 47 años
Sin duda si hay algo que merece ser destacado en este episodio eso sería la lucha de Tanjiro contra el demonio deforme. Este ser posee una apariencia grotesca, totalmente diferente a los demonios que hemos visto hasta ahora. Lo que me lleva a las palabras de Urokodaki: “Creces en base a lo que comes, lo mismo ocurre con los demonios. Entre más humanos consuman, más fuertes se vuelven.” ¿Cuántos humanos debió haber comido este demonio para acabar así? Sabemos que por lo menos ha devorado a 13 de los discípulos de Urokodaki. Pero también se nos revelo que lleva encerrado en ese sitio 47 años, con todo lo que eso implica. Si creemos en las palabras del otro candidato, ningún demonio vive tanto tiempo, sin embargo él pudo. Lo que implica que ha comido varios candidatos de la selección final, y posiblemente a otros demonios.
Y todo esto para seguir
viviendo hasta poder vengarse de Urokodaki. Ahora es más evidente que los
demonios no solo tienen el instinto de comer, parece que pueden almacenar
algunos sentimientos fuertes, como el rencor. Esto último de cierta forma me
hace comprender porque no pueden escapar de la prisión de glicinias. Después de
todo, esta flor es el símbolo de la reflexión y la humildad en el budismo.
Características muy distantes a todo lo que hemos visto de los demonios, hasta
ahora. Aunque también podría tener relación a la naturaleza asfixiante de esta
flor, y a la naturaleza obsesiva de los demonios. Ya saben, los contrarios se
atraen y los iguales se repelen, o algo por el estilo. Cuando hablo de naturaleza
obsesiva en los demonios, me refiero a esa visión de túnel que han demostrado.
Si quieren comer solo se enfocan en ello, si quieren venganza, ocurre igual.
El
hilo y la brecha
En definitiva, creo que es bueno darle un repaso a esta interesante habilidad que Tanjiro ha despertado. La capacidad olfativa de Tanjiro me sorprendió desde el inicio, saber que Urokodaki posee la misma habilidad solo me hizo pensar en el potencial que tendría Kamado como discípulo del anciano. Sobre todo al tener en cuenta que el propio Giyuu vio potencial en el joven para heredar las técnicas de Urokodaki. Tenía muchas expectativas al respecto pero ninguna incluía referencias a Watchmen. Tienen que admitir que cuando Tanjiro revelo su técnica secreta pensaron en ello: “Todos somos marionetas, pero yo veo los hilos.” Literalmente fue lo primero que cruzo mi mente, más al tener en cuenta que es gracias a estos hilos que él puede hallar el punto débil de sus enemigos. Me llama mucho la atención como se mantiene, y se integra, esta creencia de las conexiones como hilos.
No sé qué lejos lleven la
idea de las conexiones, pero teniendo en cuenta la era en que se desarrolla la
historia me parece ideal. Para nadie es ajena la leyenda del hilo rojo del
destino, pero además de este mítico hilo, existen muchos más que nos conectan.
Creo que una de las historias que mejor habla de esto es Your Name, con el concepto de musubi.
Según esta ideología, todos estamos conectados a través de tiempo y espacio por
medio de hilos que siempre están en movimiento. Pero esto es irse muy lejos,
después de todo, lo que Tanjiro está haciendo no es ver, u oler, conexiones
místicas, sino la conexión con la brecha. Es decir, él esté encontrando el
sitio, y el tiempo correcto en el espacio para vencer a su oponente. Algo
parecido a oler la debilidad, pero no se queda ahí, apunta hacia ella.
Comentario
final
Antes de cerrar, debo
admitir que el ritmo de la narrativa de pronto se aceleró, pero ojo aquí, no le
robo nada a la historia. Idealmente el inicio de la selección nos traería la
presentación de un nuevo personaje, por lo menos, sin embargo no fue el caso.
En lugar de eso vimos el avance de nuestro protagonista, porque verlo partir
una roca gigante no era suficiente, teníamos que presenciar su avance en general.
Y bueno, eso fue justo lo que ocurrió, vimos a Tanjiro blandir su katana y
derrotar a dos demonios. Además, atestiguamos el momento en que nuestro joven
protagonista toma la vida del demonio que más daño pudo haber hecho en esa
selección. Todo esto lo consigue haciendo uso de las técnicas que le llevo dos
años aprender. Que sus técnicas sean de agua me ha gustado, es visualmente
llamativo y contrasta con lo lúgubre del panorama.
Finalmente,
es tiempo de cerrar con esto, no sin antes preguntar: ¿Qué les ha parecido este
episodio? ¿Qué opinan de esta habilidad de ver la brecha y cortar los hilos de
Tanjiro? Personalmente encontré muy enternecedora la escena en que Urokodaki
felicita a Tanjiro, pero ¿Qué les pareció a ustedes? Si nos guiamos por los
adelantos, los rumores que cuenta Tanjiro, el siguiente capítulo hará su debut
Zenitsu, ¿lo están esperando? ¿Qué otro participante llamo su atención a
primera vista?
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