lightbulb_outline ¡Advertencia! Esta reseña sobre Kimetsu
no Yaiba capítulos doce y trece
contiene spoilers. Si aún no has visto los episodios, te recomiendo que vayas a
checarlos y después regreses a leer la reseña.
Episodio
12: El jabalí muestra sus colmillos mientras Zenitsu duerme
El chico con cabeza de jabalí intenta atacar al demonio pero los poderes de este lo impiden. La actitud del cazador desconcierta a Tanjiro, sobre todo cuando este comienza a atacarlo. Entonces un nuevo sonido del tambor cambia la habitación separando a todos nuevamente. Mientras tanto Zenitsu continúa buscando una salida junto a Shoichi, pero son sorprendidos por un nuevo demonio. Sorprendentemente, Zenitsu es capaz de acabar con el demonio pero no es consciente de ello. Por su parte, cabeza de jabalí también se topa con otro demonio y lo elimina sin problema. Tanjiro y Teruko se encuentran con Kiyoshi, finalmente Tanjiro deja a ambos hermanos para ir a enfrentarse al demonio de los tambores. A pesar de las heridas que tiene no está dispuesto a rendirse.
Ataque
frontal y la fuerza escondida
Empecemos esto hablando de
dos fuerzas opuestas. Por un lado tenemos a cabeza de jabalí, si sé cómo se
llama pero hasta que lo nombren le pondré nombre aquí también, él es la
representación de la fuerza bruta. Me atrevo a decir que el adjetivo es muy
literal, ya que no es un personaje que demuestre pensar antes de atacar. De
hecho muestra una fijación muy marcada por la fuerza, la suya y la de otros,
casi como si constantemente buscara reafirmar su fortaleza. En lo personal no
me agradan este tipo de personajes, me frustra que no piensen antes de actuar. Así
que, el ‘ataque frontal’ que caracteriza a cabeza de jabalí para mi es solo una
imprudente demostración de fuerza bruta. No hay estrategia, no hay reflexión,
simplemente es un cabeza de aire que se lanza a un objetivo que tenga enfrente.
Me tomara tiempo cogerle cariño.
Por otra parte tenemos al cobarde Zenitsu, quien ha demostrado ser más de lo que aparenta. No los voy a engañar tengo una clara preferencia por este chico, pero eso es porque posee características que valoro. A diferencia de cabeza de jabalí, Zenitsu no se lanza a atacar, y sí en parte es por su cobardía, porque conoce sus límites. Al menos eso es lo que él cree. Después de todo el rubio resulto ser un personaje fuerte, aunque claro tiene sus detonantes. Para que su fuerza salga a lucir debe estar dormido, curioso método desde luego. Aunque más que dormido entra en un estado de shock por el miedo, pero conserva su sentimiento de querer proteger. Y es así como lo demostró al eliminar al demonio y proteger a Shoichi. Pero claro este noble acto de valor, es algo de lo que él no es consiente.
“¡Jamás me doblegaré!”
Continuando con las demostraciones de fortaleza, tenemos a Tanjiro. Él sigue herido por el enfrentamiento anterior en casa de Tamayo, pero aun con eso continua luchando. Este con él o no, Nezuko es una fuente de poder inagotable para el mayor de los Kamado. Esto lo vemos cuando el asegura que puede aguantar, pese al dolor, por el simple hecho de ser el hermano mayor. Está plenamente convencido que su espíritu se fortalece porque otros dependen de él. Sinceramente es una fortaleza mental muy simple pero extremadamente efectiva. En efecto, la conciencia de tener a otros dependiendo de uno nos llena de un valor renovado. Ya que existen otros que dependen de nosotros, que nos miran con admiración, eso es suficiente para fortalecer nuestra resistencia. El papel de un hermano mayor no puede ser tomado a la ligera, carga con un peso simbólico que puede fortalecer su espíritu o quebrarlo.
La acción final de Tanjiro
de darse ánimos a sí mismo es la mejor prueba de que cada uno es quien impone
sus límites. Pero hay que admitir que todo su entrenamiento ha rendido grandes
frutos. Aunque lo que ha mantenido a Tanjiro de pie es sin duda su fortaleza
mental. A pesar de tener todo en contra aún tiene la fuerza para mantenerse de
pie y seguir luchando. Sin lugar a duda, Tanjiro es un perfecto protagonista de
un Shounen, lleva su fuerza hasta sus límites sin perder de vista su propósito.
Hace que con cada capítulo me sienta más y más inclinada a apoyar sus ideales
casi como si fueran propios. El carisma de este protagonista no es algo que
pueda ser ignorado, realmente te hace amarlo cada vez un poco más.
Episodio
13: Algo más importante que la vida
Sobreponiéndose al dolor, Tanjiro pelea contra el demonio del tambor. Durante la batalla el demonio Kyogai recuerda algunas cosas de su vida como humano. Tras descubrir cómo controlar su respiración para evitar el dolor, Tanjiro finalmente es capaz de tomar el control y acabar con el demonio, aunque no sin presentarle sus respetos antes. Tras esto, al fin es capaz de reunirse con Teruko y su hermano para salir de la casa. Por el olor sabe que Zenitsu y Shoichi ya han salido pero que podrían estar en problemas. Aunque Zenitsu y el niño salieron de la casa aparentemente sin lesiones, no son los únicos en salir. También cabeza de jabalí salió y no duda en querer atacar la caja de Tanjiro, pues sabe que hay un demonio dentro. Pero esto no es permitido por Zenitsu, quien usando su cuerpo protege la caja hasta la aparición de Tanjiro.
“Él las aprecio”
Nuevamente Kimetsu no Yaiba nos da una vista a la frágil separación entre el humano y el monstruo. Kyogai fue un escritor que no fue reconocido, solo hallo desdén y desprecio a su arte. Ese fue el nacimiento de su cólera, el nunca sentirse reconocido. Dicen que una de las almas más frágiles son las de los artistas, porque estas están expuestas al mundo. Escribir es un arte que refleja mucho de la persona que lo lleva a cabo, deja expuesto mucho de lo que se desea ocultar. Así que la crítica siempre duele, y duele porque se vuelve personal. Cuando aquel editor llamo ‘anodino’ al trabajo de Kyodai, esa quizá es una de las críticas más duras que se le puede dar a alguien que ha dado todo de sí en su trabajo. Después de todo, un escrito es casi una extensión de quien lo hace.
Para Kyodai ese escrito era una parte de sí, y ser llamado insustancial y carente de importancia fue como si él mismo fuera llamado de esa manera. Perdió la fe en sí mismo. La rabia y la frustración que acumulo en su ser solo fue una respuesta a ese desprecio que sufrió. Ante esta circunstancia nace otra razón para admirar a Tanjiro, ya que él es capaz de reconocer a sus oponentes. El mayor de los Kamado le dio a Kyodai algo que siempre busco: aprobación. El simple gesto de evitar pisar su trabajo y reconocer su técnica de sangre, le otorgo al demonio la paz final. Todo lo que necesitaba era que alguien apreciara su arte, su esfuerzo, su propia existencia, y eso fue lo que hizo Tanjiro. Incluso sin proponérselo, le dio aquello que necesitaba dejándolo partir en paz.
El
valor de un cobarde
Ahora es tiempo de hablar de mi favorito, Zenitsu. El capítulo anterior demostró que su cobardía no cancelaba su deseo de proteger a otros. Y si, quizá Zenitsu sea el mayor cobarde de todos pero eso es solo a ojos de quienes creen que el valor esta en ser el primero en lanzarse a pelear. Después de ver Kimetsu no Yaiba capítulo trece, no puedo pensar en Zenitsu como un cobarde nunca más. El valor no está en ser el primero en lanzarse, valor es lanzarte aun cuando no puedes dejar de temblar. El rubio es el primero en huir de los demonios y de las batallas, sin embargo es alguien leal y por ello no teme enfrentar su temor con tal de proteger aquello que es importante para su compañero. Tiene miedo pero se sobrepone a él cuándo debe proteger a otros.
Como personaje Zenitsu es
del tipo agradable, tiene carisma, nos hace reír y además nos hace empatizar. Él
tiene muchos temores, sin embargo tiene un rasgo que se sobrepone y es su deseo
de confiar en otros. Pese a tener una habilidad auditiva tan desarrollada, al
punto de saber lo que otros piensan, aun así ha sido engañado, ¿por qué? Porque
él quiere confiar en los otros. Es alguien ingenuo pero no es trágico, al
contrario es esa ingenuidad lo que lo hace alguien especial. Decidir confiar en
otros aunque sabes que te engañan es un rasgo que solo trae problemas, pero aun
así es inevitable pensar que no se equivoca. Después de todo ¿Quién no ha
decidido confiar, a pesar de que todo indica que no debamos hacerlo? Este es
otro rasgo que demuestra el valor de Zenitsu, ya que no todos tenemos el valor
de confiar en otros.
Comentario
final
Kimetsu no Yaiba capítulos 12 y 13 han sido episodio llenos de una infusión de valor. No cabe duda de que una historia bien contada es aquella que es capaz de explorar una idea de muchas formas. Y así ha ocurrido con estos episodios, donde hemos visto que hay muchas formas de fortaleza, reconocimiento y valor. Este anime me tiene fascinada y no solo por la calidad de su argumento, el cual es muy bien manejado hasta ahora, también me encanta por la calidad de la animación. Las técnicas de pelea de Tanjiro con el agua son impresionantes, pero la técnica de rayo de Zenitsu no se queda atrás.
Cada escena es estos dos episodios
es poderosa a su manera, pero hay dos que consiguen transmitir mucho. La primera
son las lágrimas de Kyodai, el trasfondo de su historia mezclado con el
reconocimiento de Tanjiro, hacen de esa toma algo muy poderoso. La segunda es
la lucha de Zenitsu y cabeza de jabalí, el sentimiento de verdadero valor que
infunde Zenitsu está en un nivel completamente diferente. Es absolutamente
potente el ver a un personaje que sabes es cobarde, recibiendo una golpiza con
tal de proteger algo que es preciado. Todo mi amor para Zenitsu quien protegió
a la hermosa Nezuko.
Finalmente,
es tiempo de cerrar con esto, no sin antes preguntar: ¿Qué les ha parecido este
episodio? ¿Puede alguien darme razones para que me agrade cabeza de jabalí? ¿Qué
opinan del valor que demostró un cobarde como Zenitsu?
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