Reseña | Vanitas no Carte – Capítulos 1 y 2

Esta reseña sobre Vanitas no Carte contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña. Capítulo 1: “Vanitas. En el caso de Rusty Hopes” Vanitas no Carte estrena su primer capítulo. En este, Noé Archiviste está llegando a París en una aeronave. Allí, los pasajeros comentan supuestos ataques vampíricos que […]

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Esta reseña sobre Vanitas no Carte contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.

Vanitas
©望月淳/SQUARE ENIX・「ヴァニタスの手記」製作委員会

Capítulo 1: “Vanitas. En el caso de Rusty Hopes”

Vanitas no Carte estrena su primer capítulo. En este, Noé Archiviste está llegando a París en una aeronave. Allí, los pasajeros comentan supuestos ataques vampíricos que aterrorizan la ciudad. Una joven, Amelia Ruth, se desmaya entre el tumulto y es atendida por este. De pronto, Amelia pierde el control y un polizón irrumpe en la nave. Se llama a sí mismo Vanitas y dice portar el libro maldito de los vampiros, pero en lugar de robar el nombre de los seres de la noche y maldecirlos, se autodenomina “doctor” de estos. La joven revela ser una vampiresa maldita y es curada por Vanitas. Noé lo contempla atónito, pues es otro vampiro en busca de ese libro por orden de su maestro. Ante el tumulto y el horror de los pasajeros, unos guardias arremeten contra ellos y Vanitas cae. Bajo el radiante azul de una luna llena, Noé lo alcanza y lo salva. Ambos se estrellan contra una catedral. Allí, Vanitas le explica que es un humano que ha heredado el poder de Vanitas y desea salvar a los vampiros. Noé explica que es el principio de un viaje cuyo final es la muerte de Vanitas por su propia mano.

Análisis: Vampiros en París y otros retos

Vanitas no Carte es la nueva apuesta del estudio Bones, obra de Jun Mochizuki, autora de Pandora Hearts. La animación está a cargo de un prestigioso elenco, entre los que figura Yuki Kajiura, compositora de la banda sonora de Kimetsu no Yaiba, pero también a cargo del ambiente musical en Pandora Hearts. Y sí, he de subrayar este nombre, porque siempre espero mucho de ella. Obviamente, en Kimetsu logró una OST impecable, pero los fans de Pandora Hearts sabemos que dejó el listón muy alto. Tenemos dos obras de la misma autora sumergidas en un ambiente victoriano alternativo y oscuro, así que podríamos decir que Yuki Kajiura habrá de competir consigo misma.

Este argumento puede extrapolarse como principio elemental para todo: Vanitas no Carte tiene que competir con su predecesora para ser autosuficiente. Dos obras que apuestan por un marco espacio-temporal victoriano y un romanticismo al más puro estilo; esto es, fuertes luces y sombras en contraste, lo hermoso y lo grotesco abrazados. No obstante, la autora del manga quiere que beban de ese mismo universo alternativo suyo a la par que dibuja líneas divisorias. A continuación, tres sugerencias aleatorias de puntos en común y diferencias:

  • Londres- París. Inglaterra y sus tópicos victorianos, sus referencias culturales y la alusión a Alice in Wonderland de Lewis Carroll inundan Pandora Hearts. Vanitas no Carte se inspira en Francia, usa el francés para sus términos y referencias culturales. Ambientes victorianos, sí, pero justo donde nace el encuentro, se produce una bifurcación inteligente.
  • El diseño de los protagonistas. A pesar de no estar al día con Vanitas no Carte, intuyo una superación de Pandora Hearts en este aspecto. Alice y Vanitas comparten un diseño y un carácter parecido, llevan el distintivo lazo, la originalidad y el mimo en sus trajes, pero en el segundo se produce la ruptura de muchos tópicos. Hay un trabajo de reflexión sobre la psicología de los personajes y las líneas tradicionales de una historia, no me cabe duda. Acciones imprevisibles, desorden de los acontecimientos típicos… Son efectos que marcan la diferencia y nos obligan a acercarnos a los protagonistas de otra manera.
  • Rojo-azul. Es un contraste que ya veíamos en las dos Alices y que ahora se encarna en la luna de los vampiros. En Vanitas no Carte, sin embargo, el azul tiene una doble realidad, pues se supone que es el color asociado a la maldición pero es el tono del protagonista, que pretende curar e invertir el estereotipo de esa sociedad. Parece un juego narrativo consciente, parece que a la autora le gusten los retos…
Vanitas
©望月淳/SQUARE ENIX・「ヴァニタスの手記」製作委員会

Jun Mochizuki no solo se atreve a usar otra vez el ambiente victoriano o establecer conexiones con su obra anterior, sino que usa también el tema de los vampiros como eje central de la historia. Siglo XIX y vampiros es un desafío en casi cualquier historia que se precie hoy por hoy. En realidad, escribir sobre vampiros es en sí un problema actualmente, porque… ¡¿Qué no se habrá hecho ya?! Ahora bien, soy muy insistente en mis análisis sobre que no es el qué sino el cómo. No me disgusta el uso de tópicos o historias mil veces contadas, y adoro la temática de los vampiros. Lo que espero de un manga con vampiros es un toque original y refrescante que no haya visto o leído, giros inesperados y personajes con un carácter profundo, muy logrado. Ineludiblemente, viene la pregunta: ¿es original la autora en su acercamiento al vampirismo?

El enfoque de Vanitas no Carte sobre el vampirismo

Vampiros que no son malvados por naturaleza, sino humanos alternativos, como una realidad espejo. Luna azul y luna roja, prejuicios en el seno de la sociedad vampírica y, sobre todo, crear una naturaleza hermosa en la invocación de los nombres del vampiro, en relación con la alquimia (y puede que la masonería francesa). Lo cierto es que mezclar principios de magia y ciencia medievales con vampiros tiene su toque.

Es increíblemente difícil ser original sobre vampiros, por lo que, al menos, otra actitud muy astuta de la autora ha sido la de enfocar el vampirismo como un hecho aceptado, no como un problema y su confrontación con los humanos. Relegar a segundo plano este punto parece una estrategia hábil. La historia se adentra más en la psicología individual de los personajes, vampiros o no, por lo que evita tocar los grandes tópicos. Considero que ese es el logro que hace brillar a Vanitas no Carte, independientemente del escenario y la clase de seres que habiten la narración.

Con todo, la considero una pregunta compleja y abierta: ¿sabe defenderse Vanitas no Carte entre las cientos que hay de vampiros y ambiente decimonónico? De momento, tengo cierta fe en la autora.

Estructura circular y otras referencias

El tono amable de Vanitas no Carte, visto a través de los ojos de Noé, se tiñe de sangre y se tuerce al final del primer capítulo. Con una sola oración, Noé convierte la estructura de la historia en argumento circular, pues adelanta un terrible futuro que se nos hace impensable: Noé matará a Vanitas.

No seamos férreos enemigos del spoiler. Bienvenido sea cuando es necesario o crea una mayor intriga, siendo este el caso. Toda la luz de la ciudad floral de París, su enorme belleza y la inocencia de Noé quedan opacadas por esta verdad. Luz y oscuridad caminan juntas y se revuelven en un sendero abocado a la tragedia, y eso nos hace querer saber más de los personajes, de empatizar con ellos y saber cómo es posible semejante final.

Referencias notables y coincidencias con otras obras que se me vienen a la cabeza, son:

  • Ciertas conexiones con D. Gray Man, por el desarrollo de un siglo XIX alternativo y en el uso del nombre bíblico “Noé”.
  • El poder de los nombres verdaderos de las sustancias viene de una larga tradición de magia y alquimia. A su vez, esta idea, que se ha desarrollado en tantas novelas (como en El nombre del viento de P. Rothfuss), vendría de una interpretación mágica de la filosofía de Platón. Según ello, el nombre de una realidad existe antes que la propia realidad, y este le da forma. Si conocemos el nombre verdadero de los seres, que son imitaciones de una realidad ideal más verdadera, tenemos poder sobre ellos.
©望月淳/SQUARE ENIX・「ヴァニタスの手記」製作委員会

Capítulo 2: “Noé. En la ciudad de Flores”

Vanitas quiere que Noé sea su asistente, pero se niega y regresa a la aeronave para recoger sus pertenencias. En el camino se desmaya y es detenido junto a este, pues lo acusan de ser su cómplice. Pronto, son liberados e invitados por el conde Orlok, que vigila el buen comportamiento de los vampiros en París para evitar problemas con los humanos. Al parecer, tras una larga guerra, los vampiros perdieron y viven al otro lado de una barrera, aunque todavía algunos se mezclan entre ellos con la condición de no atacar humanos. Tras un recibimiento hostil, gracias a Noé llegan a un acuerdo: capturarán al vampiro asesino en serie y Vanitas lo curará frente al conde. De este modo, demostrarán que es posible sanar a vampiros con “malnomen” y evitarán la sentencia de muerte de Amelia Ruth.
A la salida, se reúnen con Dante, que suele venderle información a Vanitas. Este les dice el paradero del vampiro maldito, Thomas Berneux, pero cuando lo encuentran e inmovilizan, aparece un joven vampiro, Luca, que desea tomar el libro de Vanitas y destruirlo para salvar a su hermano. Su asistente resulta ser Jeanne, una leyenda viva de la guerra entre humanos y vampiros, la bruja del infierno. Como Vanitas se niega a destruir el grimorio, esta los ataca y tienen que idear un plan alternativo para luchar contra ella.

Análisis: Altus, los otros

Vanitas no Carte nos va desgranando con explicaciones paralelas trazos del pasado de Noé Archiviste, así como los fundamentos del universo en el que se desarrolla. Lo interesante es que dota de un orden peculiar a los acontecimientos que desvelan las verdades de los personajes y su mundo. En el manga, hay una mayor coherencia a la hora de hilar causas y consecuencias que en el anime, aunque su producción es muy fiel a este. Para la autora de estas líneas, su lectura ha sido aclaradora, porque ciertas escenas inducen a la confusión o dejan un argumento importante a medias. Los flashbacks en el manga son más completos, las conversaciones llegan a sitios que no toca el anime. Imagino que se retomarán en los capítulos que sigan a fin de crear una mayor tensión e intriga, aunque no veo necesario posponer tanto ciertos asuntos ya que caen en la ambigüedad.

Por otro lado, el capítulo se entrega a cuestiones sobre el mundo humano y los vampiros por un lado; por el otro, a Noé Archiviste. Un tercer momento importante es la introducción de dos personajes importantes: Luca y Jeanne, de los que hablaremos en las reseñas que siguen. Desde el primer capítulo, las sombras de estos personajes ya aparecían para darnos a entender quiénes serían los personajes más implicados en la trama.

Noé Archiviste: inocencia y consciencia

El desorden peculiar que vengo comentando puede verse muy bien en la presentación de los personajes. El punto de vista con el que comenzamos la historia es el de Noé Archiviste, y solo salimos de él para conocer su facilidad para las ensoñaciones y el despiste. Pero Noé Archiviste no es un estereotipo, su pensamiento es más complejo y nos lo detalla desde el principio. Aún es pronto para conocer su personalidad, máxime cuando todo apunta a personajes que irán cambiando con el avance de los sucesos, pero dibujaremos algunos de sus encantos en estos dos episodios:

Jun Mochizuki tiene el acierto de invertir patrones: el humano Vanitas es el ser oscuro y Noé es el protagonista luminoso, a pesar de ser él el vampiro. Esto no quiere decir que esté exento de sombras, tal y como anuncian los flashbacks. Noé, a secas, está en las nubes y se deja emocionar por la belleza de la vida y sus pequeñas cosas. Sin embargo, Noé Archiviste carga con el apellido de un linaje casi extinto, con el poder de indagar en la profundidad de la sangre y la memoria. Es un ser que siente la obligación moral de ayudar al prójimo y no está atado a los prejuicios. Su enorme sensibilidad lo ha dotado para creer y ver en la luna azul belleza, no maldición.

La atracción por Vanitas, y sobre todo, en relación a un trauma infantil, era inevitable, aunque él mismo la niegue. Es el único vampiro predispuesto a escuchar la versión de Vanitas, el doctor de los vampiros. Su mente abierta le permite aceptar enseguida que el poder del grimorio puede curar, mientras que el conde Orlok y otros necesitan un proceso de asimilación y pruebas muy firmes de ello.

©望月淳/SQUARE ENIX・「ヴァニタスの手記」製作委員会

Noé, encantador, inocente pero también consciente, desde el primer capítulo, presenta múltiples facetas. Y es más interesante como ser racional que como vampiro. Los de Altus, los vampiros, son nuestro reflejo. Importan más sus cualidades humanas y mágicas que su condición vampírica.

Sobre la animación y otros aspectos

Bones hace una animación muy decente y el diseño artístico del manga se vierte a colores brillantes que saben captar el encanto del día y la noche. El azul de la luna y los ojos de Vanitas en la noche está muy conseguido (aunque a cientos de años luz de Mappa con los ojos de Gojo Satoru en Jujutsu Kaisen). El dibujo de la autora mangaka es bastante estereotípico, pero tiene ciertos rasgos característicos como las sonrisas maliciosas en los labios marcados. En cualquier caso, el despliegue artístico sobre París y el vestuario es indudable.

De la música ya hemos esbozado que Pandora Hearts puso el listón muy alto. Todavía es pronto para hacerse a la banda sonora, aunque el tema de Vanitas posee cierto atractivo. El opening contrasta demasiado con los temas de la historia, el ending parece más acertado.

A modo de conclusión

Vanitas no Carte y Pandora Hearts son dos obras de una misma autora, con raíces y escenarios comunes, pero historias diferentes, autosuficientes y logradas. Este primero es una superación de los clichés de la obra anterior, por cuanto desordena los datos y los reordena creando situaciones y acciones inesperadas pero, sobre todo, induce a los espectadores a la duda constante sobre quiénes son y por qué actúan de ese modo los personajes. La psicología de los protagonistas es compleja y los llena de matices. Otros aspectos interesantes sobre ello figurarán en las reseñas de los capítulos 3 y 4, como la enorme sensualidad y las dudas tan interesantes que generan las preferencias de los personajes.

Hacer una historia decimonónica de vampiros en Francia es un reto en sí mismo, por cuanto podrían almacenarse bibliotecas enteras sobre novelas, mangas, películas y series del tema. Sin embargo, Jun Mochizuki se centra más en ver a los vampiros como los “altus”, los otros humanos, el reflejo de lo que somos antes que monstruos. El enfoque mágico viene dado por la concepción de un mundo que se rige por las normas de la alquimia medieval, el poder los nombres verdaderos. Ese sería el atractivo de Vanitas no Carte, su predisposición a usar estereotipos para torcerlos y darles un sentido único e imprevisible.

Por último, el encanto de sus protagonistas no nos puede dejar indiferentes. Con una previsión de 24 episodios, Vanitas no Carte es la historia a la que darle una oportunidad para descubrir que no es lo que parece, que no es un anime prototípico y que promete mucho.

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Fuente: Somos Kudasai

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