La productora y distribuidora Toho anunció este 12 de enero que revisó sus proyecciones de ganancias al alza para el año fiscal que concluye en febrero de 2021 debido al enorme éxito de la película de Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba.
La empresa elevó las estimaciones de sus ganancias por ventas hasta los 186 mil millones de yenes (más de 1.790 millones de dólares). Sus proyecciones iniciales eran de 165 mil millones de yenes. Mientras, los ingresos netos, una vez se restan todos los gastos, se calculan ahora en 14 mil millones de yenes (135 millones de dólares), en lugar de los 9 mil millones iniciales (86,9 millones de dólares).
Puede que los estados financieros de una empresa japonesa no sean particularmente interesantes para los aficionados al anime, pero estas cifras representan lo importante que ha sido para la industria del anime y del cine el éxito de Kimetsu no Yaiba: Mugen Ressha-hen en un año complicado por la crisis sanitaria mundial. Desde su estreno el 12 de octubre, la película se mantuvo en el primer puesto por 12 fines de semana consecutivos, un récord absoluto.
La película ha recaudado más de 35.700 millones de yenes (344 millones de dólares) y vendido más de 25 millones de entradas solo en Japón, ambos nuevos récords absolutos. Además, ya se ubica en la segunda posición de película japonesa más taquillera de la historia, al incluir sus ganancias internacionales, amenazando el reinado que allí también mantiene El Viaje de Chihiro, todo esto sin haberse estrenado en Occidente hasta el momento.
東宝、鬼滅の刃ヒット 今期の純利益140億円に上方修正https://t.co/YR9iKgbn0J
— 日本経済新聞 電子版 (@nikkei) January 12, 2021
Fuente: Toho y Nikkei
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